El equipo municipal de Gobierno, formado por el bipartito PSOE-Izquierda Unida, ha decidido que es inviable seguir las directrices del Ministerio de Economía y Hacienda que les conminaban a recortar 1,8 millones del presupuesto municipal diseñado para este año 2017. Así lo explicaron ayer el alcalde, David de la Encina, y el concejal de Hacienda, Antonio Fernández, en declaraciones a este periódico. Y es que como dicen ambos responsables municipales, "las cuentas no se pueden recortar más sin tocar servicios esenciales para la ciudad".

Tras la reunión mantenida en Madrid con responsables del Ministerio, a principios de octubre, la comitiva municipal logró que la cifra a recortar se redujera de los tres millones iniciales a 1,8 millones. Pero es que según de la Encina y Fernández, incluso esa cantidad es imposible tocarla sin que se descabalen los servicios que se prestan al ciudadano.

1,8millones. Es la cifra que Hacienda pide al equipo de gobierno que recorte del presupuesto de 2017

Antonio Fernández explica, además, que parte del gasto extra que según Hacienda se ha realizado en el capítulo dos no es tal, sino que precisamente se produce al ordenar una serie de pagos que hasta hace muy poco tiempo se venían facturando de forma desordenada. Es el caso del servicio de mantenimiento de playas y pinares, con un coste real de 3,3 millones de los cuales solo dos millones se habían reflejado, en los últimos ejercicios, dentro del capítulo 2 del presupuesto. Hasta ahora los 1,3 millones restantes se "camuflaban" en otros conceptos del presupuesto para bordear el Plan de Ajuste, y precisamente al unificar el gasto real en un solo concepto, Hacienda dice que se rebasa el gasto previsto. "Se estaba produciendo un fraude de ley", abunda Fernández, y recuerda que algo similar había pasado ya con los gastos que se facturaban a la planta de Las Calandrias.

Esa argumentación ya se la trasladaron personalmente a los técnicos del Ministerio, y ahora lo que el Ayuntamiento pide es que dado que estamos en noviembre, a punto de finalizar el ejercicio, y aún sin los presupuestos de este año aprobados, se sea flexible y se permita a la ciudad reducir la cantidad determinada a lo largo de tres ejercicios, de manera que no sean los ciudadanos los que se tengan que ver afectados por una reducción drástica de presupuesto.

El alcalde insiste en que "no estamos gastando más, sino que ahora está aflorando el gasto real de los servicios. Estamos ahorrando con los nuevos pliegos que salen a contratación, estamos saneando las cuentas y hemos pagado 27 millones de deudas en dos años. No vamos a seguir con el bisturí", advierte De la Encina, porque insiste en que "somos un gobierno austero y responsable. Recortar ahora 1,8 millones del presupuesto sería un austericidio".

La pelota, tras esta propuesta, estaría en manos del Ministerio, que podría llegar a retirar la PIE (participación en los Ingresos del Estado) o incluso intervenir del todo las cuentas del Ayuntamiento.

Los responsables municipales consideran mucho más operativo centrarse en trabajar unos buenos presupuestos para 2018, en el que ya se trabaja, y "salvar los muebles para el de 2017", negociando los posibles recortes a más largo plazo y lógicamente, consensuando de forma paralela las cuentas de la ciudad para el año que viene con la oposición municipal.