"Yo concibo la labor del inventor como la de una persona que les hace la vida más fácil a los demás". Esta es la filosofía de Juan Antonio Torres Pérez, un portuense que cuenta ya en su haber con múltiples inventos patentados, entre ellos el de los patines con ruedas en hilera o un peine que tiñe el pelo.

Ahora el proyecto que tiene entre manos, con el que ya lleva trabajando unos años, es una rampa de carga para camiones que tiene la particularidad de que es empotrable, con lo cual las empresas que se hagan con una no deberán tener un espacio dedicado exclusivamente a un muelle de carga, sino que podrán utilizarla en función de las necesidades y después recogerla, quedando la superficie expedita y apta para el paso de vehículos.

La idea del autor del proyecto es extender su construcción y venta mediante franquicias

Fue en el año 2013 cuando Juan Antonio terminó el largo y farragoso procedimiento de la patente, de manera que ya la está comercializando y de hecho tiene ya varios encargos de países como Estados Unidos o Australia.

La rampa ya cuenta con un prototipo construido, que se presentará próximamente, y la intención de su inventor es comercializarla lo antes posible para que los clientes puedan disfrutar de las ventajas que esta rampa aporta.

La idea de una rampa empotrable se le ocurrió a Juan Antonio hace ya algunos años durante su trabajo como camionero, profesión a la que ha dedicado más de 30 años de su vida. Muchas pequeñas empresas no tienen espacio para construir un muelle de carga fijo, lo que obliga a los camioneros a realizar complicadas maniobras para poder cargar los camiones. De ahí que Juan Antonio sepa lo útil que puede resultar su invento.

Tras comprobar que dicho dispositivo no existía en el mercando ni estaba patentado, se lanzó a su diseño y ahora ya se encuentra en fase de fabricación. Si todo va bien y el precio de fabricación es competitivo (se estima que ronde los 20.000 euros) Juan Antonio prevé que el proyecto podría crear hasta 200 puestos de trabajo, con la extensión de la idea a diferentes provincias por el sistema de franquicias. Las dimensiones de la rampa pueden personalizarse en función del espacio y las necesidades de la carga.

Juan Antonio, que arrastra consigo un largo historial de decepciones y desengaños por el uso que han hecho algunas grandes empresas de sus patentes, cree que en España "no hay respeto por los inventores" pero sigue ideando propuestas para facilitar la vida a los demás.