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Isaac Carcelén. futbolista

"Trabajo en lo que me gusta y por eso hago el sacrificio"

  • El lateral del Real Zaragoza salió de Pinillo Chico, un barrio obrero de El Puerto

  • Empezó a jugar al fútbol porque a su hermana le encantaba

El futbolista Isaac Carcelén, durante la entrevista.

El futbolista Isaac Carcelén, durante la entrevista. / M.A/R.O.

Un domingo de partido siempre es un día especial, tanto para la afición, como para los futbolistas. Es un compromiso, una tradición, una costumbre que se disfruta en familia. Será por eso que la rutina y los hábitos dan la serenidad y van recargando la euforia y energías necesarias para llegar listos al momento del partido. Isaac Carcelén Valencia (El Puerto de Santa María) va mentalizándose poco a poco y desde bien temprano en la mañana, tras empezar el día escuchando mientras borbotea el café, pasea la mopa recogiendo los pelos de su inseparable compañero Scar, un labrador canela, mientras farfulla entre dientes: "Raisa no veas el perro los pelos que suelta...todo el año igual", se escucha desde el salón mientras su novia Raisa se ríe con nosotros.

El joven gaditano de 23 años lleva dos temporadas jugando en la Segunda División del fútbol español, en el histórico club Real Zaragoza, tras haber pasado por las categorías inferiores del club de sus amores, el Betis, al que no descarta volver algún día e incluso el vestir la camiseta amarilla del Cádiz C.F. Pero ante todo, se debe a su club, el Zaragoza, el que le ha dado la oportunidad de ser futbolista profesional y en el que se siente casi como en casa.

Ya con el café calentándonos las manos comenzamos a hablar de como empezó desde muy niño a correr tras un balón. Nos mira y sonríe a la par que comienza a contarnos su historia:

-Como todos los niños desde chico siempre quieren ser futbolistas y yo era uno más. Comencé jugando gracias a mi hermana, que le encantaba el fútbol, y me llevaba a jugar con ella. Poco después ya me apunté a uno de los equipos de la ciudad, el Safa San Luis, y ya fue un no parar.

-"Un no parar" sin duda, porque tu ibas a entrenar de la forma que hiciera falta ,¿no?

-(Risas) Sí, bueno al principio iba con mi madre en la moto pero luego ya me tenía que ir en autobús y aprovechaba y me iba corriendo hasta el campo de fútbol que estaba como a 25 ó 30 minutos. El dinero del bus me lo gastaba en las cosas de niños: estampitas, paquete de patatas, lo que fuera, vaya.

-Así tienes la resistencia que tienes de lateral...¿Cómo fue aquella etapa en el Safa San Luis?

-Fue una etapa muy bonita, mi primer entrenador fue Manolo Paz, del que tengo muy buenos recuerdos y que me colocó de lateral derecho. Además allí dejé muchos amigos como Nono, con el que después estuve en el Betis, u otros amigos que no tuvieron la suerte de llegar a ser profesionales como Dani Quirós o Alvarito López, además de muchos más con los que sigo manteniendo una fuerte amistad.

-Después del Safa te fuiste al Betis con otro portuense, con Nono, ¿Cómo fue tu vida con él en Sevilla?

-Bueno, Nono había llegado un año antes, creo recordar y la verdad que fue mi apoyo en Sevilla. El iba una categoría superior porque es un fuera de serie y hasta el Betis B no llegamos a coincidir, pero siempre estábamos juntos.

-¿Cómo fueron tus primeros años fuera de casa?

-No te voy a mentir, fueron duros, aunque mi primer contrato con el Betis fue de medio año e iba y venía desde El Puerto tres días a la semana. Pero vamos, yo que siempre era del Betis no me costaba nada el esfuerzo de ir y venir a Sevilla, como si tenía que ir todos los días. Estaba cumpliendo mi sueño de chiquitito y no me lo podía ni creer.

-Del Safa al Betis, como otro portuense, tu paisano Joaquín Sánchez...

-Bueno tenemos una trayectoria parecida pero todos conocemos la historia de Joaquín ya no solo en clubes europeos sino con la Selección Española, así que para mí es una persona a seguir y más siendo de mi ciudad y jugando en los mismos clubes dónde yo comencé... Él estuvo asentado en el primer equipo y yo estuve entrenando la pretemporada con ellos. Al final de esa temporada ya decidí venirme al Zaragoza para salir al fútbol profesional. Cuando me surgió la oportunidad no me lo pude pensar.

-Es un gran salto para un chico que ama tanto el fútbol como es tu caso... Aunque algo me han contado de que hubo un accidente de tráfico que pudo cambiar tu vida, ¿no?

-Tuve un accidente de coche con mi madre y mi tío que me cogió dormido. Cuando me desperté vi a mi madre sangrando y por las noches no conciliaba el sueño, así que mis padres decidieron llevarme al psicólogo y en una de las sesiones me dijo la psicóloga que me dibujara de mayor y aun con todo lo pasado, no podía quitarme el fútbol de la cabeza, no hice otra cosa que dibujarme con mi camiseta del Betis jugando al fútbol.

-¿Te quedó esa espinita de no haber debutado con el Betis?

-Sí, está claro que al menos me hubiera gustado debutar en algún partido con ellos pero bueno, me llegó esta oportunidad y no podía rechazarla. Además aquí en el Zaragoza estoy progresando como jugador y me dieron una oportunidad por la que les estaré agradecido toda la vida.

-Ha debido ser un cambio importante para tí, ¿no?

-Hombre, imagínate. En el Betis B era uno de los capitanes y un jugador ya asentado en el equipo. De repente llegué a una ciudad nueva, donde soy de los más jóvenes y debutando en una categoría profesional… Al principio no comencé jugando y al entrenador le costaba confiar un poco en mí, pero en cuanto comenzamos a jugar bien y a ganar partidos me lo gané. Es lo normal en la categoría. La verdad es que no tiene nada que ver con un filial de Segunda División B o Tercera División. Llegar a un equipo como el Zaragoza, que años atrás había tenido jugadores tan importante como los hermanos Milito, Aimar, Ayala... y que tiene una gran afición con más de 15.000 personas en el campo todos los fines de semana. Sin duda es un cambio que me hizo ver realmente dónde estoy y hasta dónde puedo llegar.

-Supongo que en este club y con esa afición, ya habrá gente que te reconozca por la calle, ¿no?

-A eso sí que no me termino de acostumbrar. Allí en Sevilla pasaba desapercibido, no me conocía nadie, pero aquí ya la gente sabe quien soy, la prensa y demás... Estoy en un equipo de primer nivel y de primera división aunque en estos momentos estemos en segunda. Por eso, uno de los objetivos será ascender y estar con el club en su categoría, y por supuesto la afición nos lo exige.

-Bueno, ¿que hace un futbolista en su tiempo libre?

-Hombre, todos los veranos me voy a Ibiza con mi novia que es de allí y la verdad que allí me siento muy a gusto con su familia. Cuando estoy en Zaragoza no tengo la oportunidad de estar con ella, así que no nos separamos en verano. Está claro que en cuanto tengo tiempo también bajo a El Puerto, pero la gran distancia que hay entre Zaragoza y Cádiz no ayuda mucho.

-Supongo que echaras de menos muchas cosas y más saliendo desde los 14 años de tu casa...

-Sí, claro. Echo de menos los dominguitos en el campo jugando con mis amigos, o bajar a la pista de futbito de abajo de mi casa con mis amigos de toda la vida… pero bueno, son las cosas que tiene el estar viviendo tan lejos de casa, estoy haciendo el trabajo que me gusta y por ello hago el sacrificio.

-¿Te ves con la camiseta del Cádiz?

-A corto plazo no, porque estoy solo pensando en el Zaragoza, pero bueno, nunca digas nunca jamás. Es el equipo de mi tierra y también fue un sueño desde pequeño el poder jugar algún día en el Carranza vistiendo la camiseta amarilla.

-¿Qué consejos le puedes dar a los chicos pequeños que desean ser futbolistas?

-Lo único que les puedo decir es que disfruten y que no se dejen llevar por la gente. Que se lo pasen bien con sus amigos y que lo tengan como desconexión como lo tenía yo, que no se pierdan y que sigan estudiando, porque el fútbol tampoco dura toda la vida.

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