Los vecinos de la Sierra de San Cristóbal, convocados por la asociación La Azada y respaldados por la Federación Local de Asociaciones de Vecinos (Flave) se concentrarán mañana viernes, 23 de febrero, a las 10:30 horas en la puerta del Ayuntamiento para que el gobierno municipal "de la cara y nos expliquen cual es la situación real de la Sierra de San Cristóbal".

Desde el primer trimestre del año 2017 la Flave estuvo acompañando a esta asociación vecinal en busca de alguna respuesta a la situación de irregularidad que padecen, y que según dicen "se agrava con el pasotismo del Ayuntamiento haciendo la vista gorda como si las más de 900 personas que allí viven no existieran". En febrero de 2017 mantuvieron un encuentro con Matilde Roselló en busca de apoyo como concejala de Vivienda, reunión de la que no se obtuvo ninguna respuesta. El 8 de marzo la Flave acudió al técnico de Planeamiento para solicitar una luz verde en la regularización y se les informó que en una situación muy similar se encontraba la zona de Los Perales y que el actual equipo de gobierno iba a solicitar la desafección de la misma.

El 4 de abril se mantuvo una reunión en Urbanismo con la asociación La Azada, la asociación de mujeres la Piedad, la Flave y el concejal Ángel Quintana, donde se habló de las posibilidades existentes. Con fecha de 12 de abril se registró un escrito en el que se le solicitaba a Ángel Quintana que ampliase la petición a la Junta de Andalucía, incorporando también la Sierra de San Cristóbal a la zona que se corresponde con la Desafección de la zona TT del Plan de la Bahía. De este modo se adelantaba un paso para que finalmente algún día pudiera llegar a convertirse el enclave en un hábitat rural diseminado, dado que no podía ser catalogada como ARG.

La última reunión con el concejal de Urbanismo fue en junio y Quintana se comprometió a estudiar el caso y emplazarlos a una nueva reunión para mediados de septiembre, que aún no se ha producido.

Ahora, tras conocer que está en marcha el proyecto 'Tierras de Sidueña', que afecta a terrenos de la Sierra de San Cristóbal, lamentan que no se haya tenido en cuenta a las personas que allí habitan.