El Puerto

Las nuevas tumbas de Santa Clara reflejan que existió una gran necrópolis

  • Sorpresa por la enorme extensión del Camposanto que hubo antes del cementerio actual y por el tiempo que estuvo en uso

  • Los arqueólogos estudian los ajuares de 40 enterramientos

Una imagen de las excavaciones de urgencia realizadas durante la urbanización del entorno de los pisos de Santa Clara.

Una imagen de las excavaciones de urgencia realizadas durante la urbanización del entorno de los pisos de Santa Clara.

Cada vez que se excava en el cuadrante comprendido aproximadamente entre la avenida de Sanlúcar (calle Yerba), la Plaza de la Esperanza, la calle Cruces y la calle Ganado aparecen sepulcros y enterramientos. Todo comenzó en el año 2009, cuando la arqueóloga Ester López Rosendo halló de forma casual en los alrededores de la ermita de Santa Clara una serie de sepulcros, antiguas estructuras de piedra y adobe, que sorprendieron por su complejidad y por el nivel social y económico que debieron tener las personas allí enterradas.

Al construirse los pisos de Santa Clara continuaron las excavaciones en dirección calle Cruces hacia Espelete, apareciendo al menos otros 300 sepulcros y fosas simples, nuevos enterramientos que confirmaron la gran importancia del antiguo cementerio de la ciudad (anterior al actual) que ya es conocida por los especialistas como la necrópolis de Santa Clara. En ella se enterraron los antiguos habitantes de El Puerto, desde el siglo XIV al XVIII, al amparo de la ermita de Santa Clara, protectora de los navegantes.

Una vez que se proceda al estudio de los restos, los ajuares se trasladarán al Museo

Ahora, en las obras que se han realizado para la urbanización del entorno de Santa Clara, que comenzaron a finales de octubre de 2016, y que han consistido en la remodelación de dos glorietas, la reforma de la Plaza de la Esperanza y la urbanización de los solares existentes junto a los nuevos bloques, han aparecido de nuevo cierto número de inhumaciones. Ya en diciembre de 2016, el Gobierno municipal suspendió de forma parcial la ejecución de obras en un cuadrante cercano a la ermita, en el que se tenían indicios suficientes de que podían aparecer restos arqueológicos, básicamente nuevos enterramientos.

Efectivamente, tal como ha confirmado el arqueólogo José Manuel Lojo Galán, que ha realizado el seguimiento arqueológico, durante las obras de urbanización del entorno de Santa Clara, recién finalizadas, han aparecido en torno a 40 individuos, inhumaciones en fosas estrechas excavadas en las arcillas rojas del terreno y con nódulos de cal.

La disposición mayoritaria de los cuerpos es decúbito supino (tendidos de forma horizontal), aunque, como informa el arqueólogo, también aparecen individuos dispuestos de forma lateral así como decúbito prono (tendidos boca abajo y con la cabeza de lado). Junto a las inhumaciones aparecen ajuares como botones, cuentas de rosario o collares, además de alfileres para los sudarios y algún resto de tejido de vestido. También se han encontrado en los enterramientos restos de madera y clavos de ataúdes. Se trata de ajuares muy escasos, que están todavía en estudio en las instalaciones de Firmes y Carreteras (FyC), la empresa que ha ejecutado la obra, al igual que los propios restos hallados, pertenecientes a individuos de diferente sexo y edad todavía por determinar. La cronología aproximada de la parte de la necrópolis excavada en estas obras corresponde al siglo XVIII. En general, como se ha apuntado anteriormente, la necrópolis estuvo en uso de forma ininterrumpida hasta 1844.

Una vez que las piezas de los ajuares sean objeto de una limpieza exhaustiva y se proceda al estudio de los huesos aparecidos en los enterramientos, los objetos que resulten de interés serán depositados en el Museo Arqueológico Municipal, mientras que los restos óseos serán trasladados al cementerio municipal.

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