En numerosas ocasiones, desconocemos la procedencia de la mayor parte de los productos que se utilizan día a día. Tampoco los vecinos portuenses saben qué productos son realizados por sus paisanos, cuando algunos de ellos están siendo utilizados ahora mismo en muchos lugares del mundo.
Este es el caso de la empresa Pontier Watch, una iniciativa que se ha realizado entre El Puerto y San Fernando y que exporta relojes a diferentes países como Estados Unidos, Italia o incluso a Egipto.
Detrás de este ambicioso proyecto se encuentran Manuel Caucelo, de San Fernando, que unió a los portuenses Juan José Menguiano, Rodrigo Perea y Francisco Sánchez para llevar a cabo la venta a través de la web de un elemento tan importante y cotidiano como los relojes.
La empresa nace a partir de la profesionalidad de sus integrantes, que un día quisieron romper con su rutina laboral y apostaron por llevar a cabo una empresa online en la que ellos fueran sus propios jefes y vieran los frutos de su propio trabajo.
Al principio había diferentes propuestas sobre qué producto se dedicarían a vender, pero tras realizar diferentes estudios sobre el posicionamiento web y un amplio estudio de mercado se decantaron por los relojes, ya que dentro de este sector existen muchas marcas, pero casi todas iguales. Ellos se propusieron marcar la diferencia y además hacer unos diseños propios y exclusivos que fueran de difícil imitación.
Para ello, cuentan con un diseño 100% gaditano pero con piezas y elementos de relojes internacionales y que están realizados específicamente para estos relojes.
En su objetivo de llegar a todos los públicos haciendo relojes unisex y de colores mate, han apostado además por nombrar a cada reloj con barrios conocidos mundialmente. De este modo, se pueden encontrar a través de la web de Pontier Watch relojes Raval o Williamsburg.
Este trabajo no fue tarea fácil, ya que son pocos los relojeros que existen actualmente en España y que realizan piezas exclusivas para relojes que no son conocidos. Además, según explica Rodrigo Perea, el proceso fue bastante lento, ya que ellos apostaban por un producto en el que partieran desde cero y que no se hubiese hecho antes de igual forma.
Algunos materiales sí son obtenidos en Cádiz, como la piel de sus correas. Aunque provengan de origen italiano, es en Ubrique donde la importan y la tratan.
Después de un año y medio de proyecto, estos gaditanos venden relojes por todo el mundo gracias a su envío gratuito online y cuentan con muy buena aceptación en este sector. En la actualidad tienen varias tiendas en España donde se comercializan, pero apuestan por expandir mucho más el mercado para exprimir todas las posibilidades que ofrece este negocio.
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