El Puerto

Miguel Lasso de la Vega, marqués del Saltillo

  • Catedrático de Historia de España, se especializó en genealogía y heráldica

Una imagen de juventud de Miguel Lasso de la Vega, marqués del Saltillo.

Una imagen de juventud de Miguel Lasso de la Vega, marqués del Saltillo.

Nacido en Carmona (Sevilla) el 6 de mayo de 1893, Miguel Lasso de la Vega López de Tejada pertenecía a una histórica familia castellana establecida en Andalucía a mediados del siglo XV. Su abuelo paterno, Miguel Lasso de la Vega Caro, era primo hermano del 11º marqués de las Torres de la Pressa, José Lorenzo Lasso de la Vega Quintanilla. El padre de nuestro biografiado -José Lasso de la Vega Zayas (1861-1911)- había obtenido la licencia absoluta como oficial del Ejército, siendo alcalde de Carmona de 1895 a 1899. De su matrimonio con Josefa López de Tejada Quintanilla (1869-1968) nació -además- una niña, Ignacia (1902-1996), futura marquesa de los Ríos.

Miguel Lasso de la Vega ingresó en el colegio de San Luis Gonzaga de El Puerto de Santa María -como alumno de instrucción primaria- el 1 de octubre de 1901, con solo ocho años. Era rector entonces el jesuita José María de la Torre, a quien sucederá en el cargo, en 1904, el padre Agustín Lara. Este será relevado a su vez tres años después por Francisco Socorro, cuyo mandato concluye en junio de 1909, cuando Lasso de la Vega finaliza su bachillerato. En los ocho cursos de permanencia de Miguel en el colegio, hubo una media de 200 alumnos (internos alrededor del 88% de ellos) y la comunidad jesuita se mantuvo en torno a 39 personas. El 31 de mayo de 1904, en la solemne distribución de premios de final de curso, Miguel Lasso de la Vega -entonces congregante de San Estanislao- recibió un segundo premio de conducta de la 3ª división junto con Joaquín del Cuvillo Etchecopar, Pedro Luis Lacave Blázquez y Tomás Osborne Vázquez, entre otros. En la segunda proclamación del curso 1905-1906, Lasso de la Vega compartió la dignidad de "tribuno" con su condiscípulo de 3º de bachillerato Hipólito Sancho Mayi. El 19 de abril de 1908, tras la academia literaria en que se conmemoraba el centenario de la guerra de la Independencia, Miguel alcanzó una vez más la distinción de tribuno, mientras que su buen amigo José Manuel Pabón fue proclamado "príncipe" del colegio. Miguel Lasso de la Vega culminó un brillante bachillerato el 17 de junio de 1909, cuando consiguió sendos sobresalientes en los ejercicios del grado que realizó en el Instituto de Jerez de la Frontera.

En 1940 fue nombrado decano de la Facultad de Filosofía y Letras de Barcelona

Entre 1909 y 1913 cursó Lasso de la Vega la carrera de Filosofía y Letras (Sección de Historia) en la Universidad Central de Madrid. Recibió sobresaliente y matrícula de honor en todas las asignaturas, a excepción de una, por lo que mereció la cruz de caballero de la Orden Civil de Alfonso XII. Se licenció con premio extraordinario, que también obtuvo en el doctorado. Su tesis, defendida el 7 de noviembre de 1914 ante un tribunal presidido por el catedrático Eduardo Ibarra, se publicó con el título de El duque de Havré y su misión en España como representante de los emigrados durante la Revolución (1791-1798). Contratado en marzo de 1917 como profesor auxiliar de Historia de España en la Universidad Central, con veinticinco años ganó por oposición dicha cátedra en la Facultad de Filosofía y Letras de Sevilla (donde también impartió Numismática y Epigrafía). Con motivo de este logro, doscientos congregantes ofrecieron un banquete en abril de 1919 al joven catedrático en el Círculo de los "Luises" de Madrid, cuyo director -el jesuita Pedro María Ayala- conocía a Miguel del colegio de El Puerto.

Discípulo y continuador de Francisco Fernández de Béthencourt († 1916), Miguel Lasso de la Vega cuidó de la edición del tomo X de su magna obra Historia genealógica y heráldica de la Monarquía española (1920). Por defunción de Rafael de Rueda Osborne, Lasso de la Vega -que ya era caballero de la Orden de Malta- sacó carta de sucesión en el marquesado del Saltillo en 1921. En junio de 1922 ingresó en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras con el discurso "Las piedras del pasado (Casas y blasones sevillanos)" y tres meses más tarde contrajo matrimonio -en Soria- con Pilar González de Gregorio Martínez de Tejada. Después de tres años de excedencia voluntaria, el marqués del Saltillo fue nombrado en mayo de 1927 catedrático de Historia de España de la Universidad de Oviedo, donde impartió clases hasta que en enero de 1936 se le concedió de nuevo la excedencia. Salió providencialmente de Madrid -para veranear en Soria- el 16 de julio de ese mismo año, poco antes de que su domicilio fuese saqueado e incendiado al desatarse el terror en la retaguardia frentepopulista. Desapareció entonces el original de una de las obras cumbre de Lasso de la Vega, premiada en concurso público por la Diputación de la Grandeza: la Historia nobiliaria española, que su autor tuvo la paciencia de reescribir y de la que llegó a publicar dos tomos (en 1951 y 1953).

Terminada la Guerra Civil y confirmado su reingreso al servicio activo, Miguel Lasso de la Vega fue adscrito provisionalmente a la Universidad de Zaragoza en septiembre de 1939 y en febrero del año siguiente nombrado decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona. Desempeñó además el cargo de secretario del Instituto Jerónimo Zurita, del CSIC, entre 1940 y 1942. Este último fue un año intenso para Lasso de la Vega: estando en Perú en misión cultural recibió la noticia de su elección (10 de abril) como miembro de número de la Real Academia de la Historia y el 4 de noviembre leyó su discurso de ingreso, "Doña Mencía de Mendoza, marquesa del Cenete (1508-1554)". Para esta última fecha ya había concluido su decanato en Barcelona. Tras concedérsele una nueva excedencia docente, Saltillo organizó en la Biblioteca Nacional la memorable exposición de "La Heráldica en el Arte" (mayo-junio 1945). En abril de 1948 obtuvo por traslado la cátedra de Historia General de España en la Universidad de Madrid. En 1950 figuraba como miembro correspondiente de la Hispanic Society of America de Nueva York. Reconocido bibliófilo, el marqués del Saltillo hizo donación en vida de valiosas colecciones (incluyendo además documentos manuscritos, monedas y medallas) a la Real Academia de la Historia, la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid y la Casa de Velázquez. Después de larga enfermedad, el erudito genealogista carmonenese falleció -sin descendencia- el 19 de diciembre de 1957.

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