La apertura de diversos comercios el sábado por la tarde y en la mañana del pasado domingo, día 28, no sirvió de mucho para animar la actividad en las calles del centro. A pesar de que era una de las medidas acordadas dentro de la presente campaña de Navidad, muchos comerciantes no se animaron a abrir sus puertas en un día festivo, y como explicaron ayer algunos de ellos fueron varios los motivos que les impulsaron a tomar esta decisión.

La responsable de un establecimiento de ropa y complementos de la calle Larga explicaba a este periódico que ella es la única persona que habitualmente atiende al público en la tienda, por lo que no se plantea abrir también el único día de la semana en que puede descansar. La inseguridad que se deriva del escaso público que circula por las calles del centro en un día festivo es otro de los motivos que llevaron a esta comerciante a no abrir las puertas de su establecimiento, aunque según dice quizás lo haga el domingo más próximo a la fiesta de Reyes.

Otros de los comerciantes que sí abrieron las puertas de sus tiendas reconocen que lo hicieron porque así lo habían acordado, aunque en realidad la afluencia de clientes en esa mañana no compensó la apertura. Hay que tener en cuenta además que tanto el sábado por la tarde como el domingo por la mañana el tiempo no acompañó, ya que un fuerte viento y una persistente lluvia no invitaban a salir a callejear.

Los centros comerciales que abrieron sus puertas el pasado domingo, sin embargo, sí registraban una buena ocupación, fruto tal vez de una mayor costumbre de los clientes a que este tipo de superficies abran en los festivos más próximos a la fiesta de Reyes.

Para el próximo domingo, día 4, también está anunciada la apertura de establecimientos aunque muchos de ellos optarán también por seguir cerrados en ese día festivo, ya que consideran que en El Puerto "no hay cultura de salir de compras por el centro los domingos, la gente tira más para los centros comerciales", indicó una de las responsables de un comercio. Y es que los domingos, a excepción de los bares de tapas y restaurantes y más tarde los pubs, poca o nula es la actividad que se observa en el casco histórico.