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El Puerto

Desbandada municipal

  • Hasta nueve concejales han abandonado sus actas en lo que llevamos de mandato

  • La marcha de María José Marín ha sido la última de una larga lista que empezó en 2015

Este mandato municipal está siendo especialmente movido. A la ruptura del gobierno tripartito, tan solo un año después de las elecciones municipales, hay que sumar la larga lista de concejales que por una u otra razón han abandonado su acta en este tiempo. Contra todo pronóstico, la mayoría de las bajas se han registrado en el Partido Popular, en el que seis de los ediles que se presentaron a las elecciones ya no están en la Corporación.

La primera de las concejalas en salir del Ayuntamiento fue la popular Mariola Tocino, en diciembre de 2015, poco más de seis meses después de la toma de posesión del nuevo equipo de gobierno. En su caso, la excusa para marcharse fue el inicio de un proyecto empresarial y la necesidad de conciliar con él su vida personal y familiar.

Ciudadanos es el único partido que no ha tenido bajas y también sigue el edil no adscrito

Poco menos de un año después, en octubre de 2016, seguía los pasos de Mariola Tocino su compañera de filas Marta Rodríguez, en este caso también por la necesidad de dedicar más tiempo a su familia y un cambio de rumbo en sus proyectos personales, ya que se trasladó a a vivir a Madrid.

Y es que una vez que se ha conocido la política desde el gobierno, como en el caso de Tocino y Rodríguez, pasar a las filas de la oposición es muy duro, no solo por la disponibilidad que requiere sino por la falta además de compensación económica.

La siguiente baja de una edil fue la de la socialista Silvia Valera, que se marchó en diciembre de 2016 tras no sentirse respaldada a raíz de un enfrentamiento vivido con la actual interventora municipal, entonces viceinterventora. Aunque la explicación pública dada en su día fue la manida frase de "motivos personales", lo cierto es que la marcha de Valera no fue precisamente amistosa.

Poco más de un año después, en enero de este 2018, se marchaba el concejal de Izquierda Unida Antonio Chacón, alegando también el socorrido argumento de los motivos personales.

La marcha de Chacón no fue excesivamente sorprendente, toda vez que se produjo después de una larga baja laboral por cuestiones médicas que dejaron durante varios meses al portavoz de la formación, Antonio Fernández, agotado por la sobrecarga de trabajo.

Capítulo aparte merecen el resto de las dimisiones en el seno del Partido Popular, comenzando por la del que fuera alcalde de la ciudad, Alfonso Candón, que anunció que dejaba su acta en febrero de este año, tras haber dejado antes, por decisión de la ejecutiva provincial de su partido, la presidencia local de la formación.

En este caso el argumento utilizado por el partido fue la mayor carga de trabajo de Candón como diputado del Congreso, aunque en su día pudo compatibilizar las tareas de alcalde y diputado sin que ello fuera un obstáculo.

Dentro de este mismo movimiento en el organigrama local del PP, la siguiente consecuencia fue la dimisión en cadena de otros tres de sus ediles: Gonzalo Ganaza, Consuelo Lorenzo y Alejandro Merello. En este caso la crisis interna se produjo por la denuncia por parte de estos concejales de la falta de democracia interna a la hora de decidir los cambios en la agrupación local, con el nombramiento de Germán Beardo como presidente y después candidato a las elecciones municipales de 2019.

Y por último, de momento, esta misma semana se conocía la baja de una de las concejalas de Levantemos El Puerto, María José Marín, que se ha visto obligada a renunciar a su acta por la incompatibilidad de compaginar esta labor con un puesto de trabajo para el Ayuntamiento, en concreto como orientadora laboral en un curso de formación que financia la Junta de Andalucía.

Como explicó la propia Marín, su intención fue en todo momento compatibilizar ambas tareas, ya que al estar en la oposición no cobra un sueldo municipal. Sin embargo, consultados los servicios técnicos del Ayuntamiento, esta incompatibilidad fue imposible de salvar.

El único partido que sigue como el primer día es Ciudadanos, que a pesar de las desavenencias notorias entre sus dos concejales sigue al pie del cañón con sus dos representantes electos, lo mismo que ocurre con el concejal no adscrito, Carlos Coronado, que pese a los pronósticos que auguraban lo contrario y pese a la falta de medios se ha mantenido en su puesto hasta el día de hoy.

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