El procedimiento para que la totalidad de los terrenos de La Pescadería pase a manos del Ayuntamiento sigue su curso. Después de la aprobación en la Junta de Gobierno Local del pasado día 4 de octubre del inicio de la 'expropiación forzosa' de los terrenos de dicha parcela que todavía no pertenecen al municipio, el proceso continúa su tramitación con la fase de alegaciones. En esta fase notificará por carta a los propietarios que se procede a la apertura del periodo de alegaciones, como en cualquier procedimiento administrativo, y los interesados contarán con el plazo de un mes para presentar las que consideren oportunas. Las alegaciones serán respondidas por la asesoría jurídica del área de Urbanismo del Ayuntamiento.

Con este proceso expropiatorio, el Ayuntamiento quiere dar cumplimiento al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado en 2012 por la Consejería de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía. Este contempla que la parcela de La Pescadería, donde estuvo la Cofradía de Pescadores, y que conforma la manzana delimitada por la avenida Micaela Aramburu, avenida de la Bajamar, calle Maestro Domingo Veneroni y calle Compositor Javier Caballero, se encuentra clasificado como 'suelo urbano consolidado', y está calificada como Sistema Local para Uso Dotacional, en concreto para transformarse en zona de parques y jardines, para la construcción de una plaza pública.

Una vez construida la plaza, quedaría peatonal el tramo de Bajamar que tiene tráfico rodadoÁngel Quintana lo considera "una apuesta por recuperar espacios para el ciudadano"

En este terreno junto al río se encuentra el denominado 'Grupo Pescadería' del que ya se demolieron dos bloques de pisos en diciembre de 2010, obteniendo los propietarios a cambio de sus casas, una vivienda nueva de Suvipuerto en la promoción de la avenida Menesteo, después de una ardua negociación entre los dueños de los pisos y los representantes de la empresa municipal. Una vez demolidos los bloques y el edificio de la Pescadería, una parte de los terrenos (2.000 metros cuadrados) pasaron a ser propiedad del Ayuntamiento, que también adquirió la antigua cofradía de Pescadores, haciéndose con la mayor parte de los terrenos. De dicho descampado resta ahora por obtener para completar la titularidad municipal completa 1.244,89 metros cuadrados correspondientes al jardín de la denominada parcela 5 del 'Grupo Pescadería', que en principio estuvo destinada a jardín de la comunidad de propietarios y no es edificable. Se trata de un espacio común perteneciente a los titulares de los pisos y locales de los bloques que tienen fachada a la avenida Micaela Aramburu (11, 13, 15 y 17), la obtención de los cuales no es objeto de esta fase de ejecución del planeamiento.

El objetivo del Ayuntamiento, y de la concejalía de Urbanismo con este procedimiento es recuperar la fachada de la ciudad al río Guadalete, ya que según ha destacado el concejal del área, Ángel Quintana, "uno de los ejes fundamentales de la aplicación de los fondos Edusi es la realización del paseo fluvial para conectar la zona de la Estación y su entorno (Pozos Dulces) con el paseo Poeta José Luis Tejada". Se trata, como ha señalado el concejal, de construir "una ciudad más amable, recuperando espacios para el ciudadano. Y en ese proyecto no nos podemos dejar atrás la Plaza de la Pescadería, antigua entrada a la ciudad por mar y señera en la historia de El Puerto".

Cabe recordar que en principio las actuaciones municipales para conseguir la titularidad pública de La Pescadería estuvieron vinculadas al proyecto de construcción del nuevo puente sobre el río Guadalete, que uniría la margen urbana con la margen izquierda a la altura de Bahía Mar, y que en la manzana de terreno, calificada en el PGOU como espacios libres, se contemplaba la construcción de la plaza, zonas verdes y una rotonda de la que arrancaría el puente que atravesaría el río. Respecto al proyectado puente, el proyecto quedó aparcado a raíz de la situación de crisis económica y desde hace años no se ha vuelto a hablar del mismo.

El procedimiento expropiatorio de los terrenos (que no incluyen el edificio con fachada a Micaela Aramburu), podría estar concluido en un plazo entre 3 y 6 meses. De este forma, una vez respondidas las alegaciones por parte del Ayuntamiento, volverá a ser elevado a la Junta de Gobierno Local para proceder a su aprobación definitiva. Con ello se daría por concluido un expediente que fue iniciado por el anterior concejal de Urbanismo Antonio Fernández, y que ha contado con la colaboración del área de Infraestructuras, Fomento y Planeamiento Urbanístico, junto a la asesoría jurídica de Urbanismo y el Departamento de Arquitectura. Si no hay avenencia, el justiprecio del porcentaje de suelo objeto de expropiación, sería de 21.489,90 euros; que se incrementaría un 10% si hay avenencia.

Concluido el procedimiento, comenzará la construcción de la nueva plaza, en base a un proyecto del arquitecto municipal Manuel María Fernández Prada, que tiene como objetivo constituir un espacio diáfano con zonas ajardinadas y abierto a la fachada fluvial. Además, a la futura plaza se trasladaría la fuente barroca que existe actualmente en el parque Calderón. De igual forma, el nuevo espacio público se uniría al paseo de la Bajamar, restringiéndose o anulándose el tráfico rodado en el tramo de la avenida de la Bajamar desde la calle Maestro Domingo Veneroni hasta Compositor Javier Caballero, dando la nueva entrada a los vehículos por la primera, lo que implicaría un cambio de la circulación y el tráfico.

Para transformar el descampado actual en una plaza ajardinada existe el compromiso de la concejalía de Economía y Hacienda, dirigida por Antonio Fernández, de destinar 250.000 euros, una partida que se consignará en el documento de 2018, y que ya figuraba en presupuestos municipales anteriores pero nunca se había llegado a ejecutar.