El Puerto

Betty Missiego, genio y figura

  • La popular intérprete deleitó a los asistentes al concierto íntimo que ofreció en la Sala Milwaukee, junto al grupo Soncalson

La cantante Betty Missiego, junto a su marido, a la caja, y el grupo Solcanson.

La cantante Betty Missiego, junto a su marido, a la caja, y el grupo Solcanson. / m.a.gonzález.

Genio y figura sobre el escenario, y sobre todo elegancia. Betty Missiego ofrecía en la noche del viernes en la Sala Milwakee un delicioso concierto íntimo, ante poco más de una treintena de personas, que disfrutaron de un viaje a las canciones de siempre y a los sones latinoamericanos interpretados por una voz privilegiada, a la que no ha hecho mella el paso de los años.

Betty Missiego se presentó ante el público ataviada con una túnica blanca rematada por flores y su tradicional pelo recogido en un moño bajo, fiel a la imagen que todos tenemos de ella.

Muy cercana y haciendo gala de un humor excelente, la popular intérprete nacida en Perú, aunque nacionalizada española desde 1972, hizo un recorrido por los sones de diversos países como México, Colombia o Perú, interpretando conocidas piezas como Alfonsina, Piensa en mí, Camino verde, Caballo viejo, Lágrimas negras e incluso un villancico compuesto por ella misma.

A la cálida voz de Betty Missiego se le unieron las notas que salían de los instrumentos del grupo Solcanson, de Córdoba, y el marido de la intérprete, Fernando, también la acompañó tocando la caja.

En un concierto que se pasó volando la cantante no pudo despedirse del público sin interpretar una de sus canciones más populares, Su canción, con la que quedó segunda en el festival de Eurovisión de 1979, celebrado en Jerusalén. Los improvisados coros del público trasladaron a más de uno a su infancia y juventud, dejando muy buen sabor de boca y ganas de más en una velada marcada por la nostalgia.

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