Concha de Santa Ana, cabeza de lista del PP al Congreso por Granada

"La gente no es tonta y ya no se traga el bombardeo socialista "

  • La joven candidata, sin experiencia en cargos públicos, afronta la cita con el convencimiento de que las propuestas populares darán un impulso a la economía

-Las últimas encuestas hablan de un empate técnico y hasta de una ligera victoria del PP. ¿Les hace creer más en el triunfo, o nunca lo pusieron en duda?

-Las encuestas marcan tendencias, pero la auténtica es la del 9 de marzo. Ahora estamos en un empate técnico y tenemos que emplearnos a fondo para convencer a los ciudadanos de que tenemos mejores proyectos y propuestas. En estos cuatro años el PSOE ha proyectado una imagen idílica, pero el ciudadano no llega a fin de mes, tiene que pagar mucho más para llenar la cesta, sus hipotecas son más caras y sus sueldos siguen igual. Por mucho que presencie ese bombardeo socialista, esos mensajes de que no pasa nada, no tragan. No son tontos y recuerdan lo que ocurrió durante los ocho años del gobierno popular, en los que se creó riqueza. No me extraña, por tanto, el avance en las encuestas.

-¿Están poniendo ahora más acento en la economía porque ven que eso les ayuda?

-No es eso, es que la economía es el centro de todo. Es que las familias tienen que llegar a fin de mes y necesitan dinero para darle educación a sus hijos, para irse de vacaciones, para pagar las hipotecas o el alquiler… Si falla la economía, falla todo. Y cuando nuestra economía no crece y empieza a generarse desempleo, entonces ya la situación se convierte en un drama. En estos cuatro años, el PSOE ha estado viviendo de los recursos que se encontraron y no ha sabido hacer las cuentas. Ahora vienen momentos malos y, como no han hecho los deberes, pues pasa esto.

-¿Pero con una economía mundial a la baja, cómo es posible llenar la despensa, por utilizar la expresión del PP?

-Las reformas no se deben hacer en tiempos de vacas flacas, sino cuando tenemos más riqueza y se genera un superávit que hay que guardar para cuando vengan los momentos más difíciles. Nosotros dependemos mucho de lo que pase en otros países, pero sí que se pueden tomar medidas. Como bajar los impuestos. Así tendremos más dinero en el bolsillo y será más fácil llegar a fin de mes. Si a las empresas les bajamos el impuesto de sociedades, competirán mejor y tendrán más facilidad para vender sus productos en el exterior. Son medidas que no dependen de la economía externa.

-Pero hasta el PP reconoce que, en la primera parte de la legislatura, la economía marchó bien…

-Pues claro, porque el parón económico no se produce de un día para otro, sino que cuando el PP perdió las elecciones, la inercia que tenía la economía siguió funcionando. Pero se puede vivir de una herencia un determinado tiempo. Después se agotan los recursos y la inercia se va ralentizando.

-¿El PSOE está apelando más que nunca al voto del miedo? Porque lanza mensajes como que una abstención es un voto al PP…

-Al ciudadano hay que tenerle mucho respeto. No me parece lícito decirle que no vote a tal partido porque le va a pasar esto y lo otro. Nosotros analizamos los problemas y nos comprometemos a hacer cosas para mejorar la calidad de vida. Luego, cada cual en libertad decidirá qué hace. Como si quiere no votar.

-¿Una ausencia de mayoría absoluta, que es lo previsible, haría más fácil recuperar el consenso entre los dos grandes partidos al menos en los temas básicos de Estado?

-Es muy importante volver al consenso, pero es que cuando el PSOE llegó al poder empezó a desbaratar lo que había hecho el PP. Todas sus propuestas fueron anti-PP. Su mensaje en estos años ha sido que el PP estaba solo. Pues no: le apoyaban diez millones de votantes. Cuando Rajoy gane las elecciones, lo buscará.

-¿Y no cometería el PP el mismo error de desbaratar lo anterior si, por ejemplo, suprime la asignatura de Educación para la Ciudadanía, como ha anunciado?

-Pero es que el PP no va a anularla así porque sí. Creemos que las asignaturas no se deben prestar al adoctrinamiento de nadie. Nosotros proponemos como alternativa el sentido común: meter enseñanzas cívicas en asignaturas de carácter social para que los jóvenes conozcan nuestro sistema constitucional, las instituciones de la Unión Europea y los derechos cívicos y humanos. La próxima legislatura ha de ser la de la reforma educativa. Mire si no el Informe Pisa, en el que España suspende y Andalucía saca las peores notas. Y ahí tenemos que ser muy rigurosos.

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