-La agricultura, la ganadería y la pesca son básicas para los países, su desarrollo y estabilidad. ¿Cuándo se van a adoptar medidas serias en favor de un sector fuerte que beneficie al trabajador y al consumidor?

-Desde la Consejería de Agricultura y Pesca tenemos un amplio número de convocatorias de ayudas públicas, planes, pactos y acuerdos consensuados con las organizaciones profesionales agrarias, precisamente, para garantizar la renta de los agricultores, ganaderos y pescadores. Nuestro objetivo es impulsar una actividad con gran peso para la economía andaluza, así como mejorar el medio rural y la calidad de vida de las personas que dependen de él.

-¿Se tomarán, entonces, medidas para paliar el abismo existente entre los precios de origen y los que paga el consumidor?

-El Estado y las comunidades han acordado poner en marcha un observatorio de precios que permita vigilar estos incrementos, sin intervenir en el mercado y con el objetivo de garantizar la rentabilidad económica de los agricultores, ganaderos y pescadores. De todas formas, hacer frente a este reto no está sólo en manos de la Administración, sino también en las del sector. Es imprescindible crear infraestructuras de concentración de la oferta para ser fuertes y competitivos en un mundo globalizado.

-En cuanto a la PAC, ¿por qué no se establece una fecha fija para el pago de las ayudas, y no se cae en la incertidumbre de todos los años?

-Las ayudas de la PAC tienen como finalidad garantizar una renta mínima al agricultor y, con ello, mantener la población rural en el territorio. Pero, para el desarrollo de su actividad, el agricultor debe perseguir la mejora de su competitividad, generando los beneficios que le pueda permitir seguir ejerciéndola. El mayor montante de ayudas se paga antes de diciembre, es decir, en el primer semestre de campaña y, sobre todo, mientras la mayoría de las producciones que se auxilian están produciendo.

-¿Iniciarán un plan de industrialización agrícola andaluz?

-El Gobierno andaluz, la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y los sindicatos UGT y CCOO firmaron en julio de 2006 el Pacto por el Fomento de la Agroindustria en el nuevo Marco Comunitario de Apoyo 2007-2013, cuyas líneas de trabajo persiguen ubicar el sector agroindustrial andaluz a la cabeza nacional, garantizando en todo momento el crecimiento económico, la calidad y seguridad alimentaria, la competitividad comercial y medioambiental. En esta nueva etapa que emprendo, retomaré las líneas estratégicas de este plan destinadas a ampliar el tamaño de nuestras empresas, fomentar su asociación y colaboración, generar valor añadido en nuestro territorio y apostar por la innovación a través de la participación en programas de I+D y las inversiones en parques agroalimentarios, así como la diversificación hacia la oferta de alimentos elaborados o preparados, que necesitan poca manipulación por parte del consumidor.

-El Ifapa ha vuelto a pasar a Agricultura tras cuatro años en Innovación. ¿Cuál ha sido el motivo de este cambio y cuáles los efectos que se persiguen?

-Retomamos de nuevo las responsabilidades sobre el Ifapa con el objetivo de que la innovación se convierta en la herramienta básica para orientar nuestra producción y mejorar nuestras vías de comercialización, conquistando nuevos mercados y afianzándonos en los que ya somos líderes. La apuesta de la consejería para los próximos años será orientar el sector agrario y pesquero hacia la innovación, la implantación de las tecnologías más avanzadas en nuestras industrias y la conquista de los mercados a través de la calidad y los alimentos funcionales. Para ello, necesitamos de la labor que desarrolla el Ifapa para dar respuesta a las demandas de los sectores agrario, pesquero, acuícola y alimentario a través de la investigación, la transferencia de tecnología y la formación de profesionales en biotecnología, nuevos cultivos, lucha contra plagas, producción ecológica y cultivos marinos, entre otras numerosas actividades.