Economía

De nuevo el fantasma de la huelga

  • Tras un periodo de aparente calma, el Sepla lanza un nuevo pulso desde el miércoles a las aerolíneas, esta vez a Air Nostrum · La protesta anula 148 vuelos en Andalucía

No tendrá la dimensión de las que azotaron a Iberia a comienzos de la década (la última data de 2006), pero los pilotos agrupados en torno al sindicato Sepla retoman a partir del miércoles las temidas movilizaciones, un fantasma para las aerolíneas por el fuerte impacto en su imagen pública y, sobre todo, por el momento delicado que atraviesan la mayoría, golpeadas por la dura competencia de las compañías de bajo coste, el retroceso en el consumo (que se ha traducido en menores índices de ocupación) y la escalada sin freno en los precios del combustible.

Quizás para intentar sacudirse la etiqueta de organización elitista, el Sepla insiste en que bajo la negativa a que despeguen durante las próximas semanas 760 vuelos de Air Nostrum no subyacen motivaciones económicas, sino una protesta "por el reiterado incumplimiento del convenio colectivo". La lista de agravios que expone el colectivo camina entre la ausencia de diálogo con la empresa, supuestas arbitrariedades en la promoción interna o la escasez de medidas de conciliación laboral.

Como en todo divorcio, las versiones difieren: la aerolínea valenciana, propiedad del grupo Nefinsa y que desde 1997 mantiene un acuerdo de franquicia con Iberia por el que opera los buenos regionales de ésta, rechaza las acusaciones y advierte sobre "la grave irresponsabilidad" de convocar un paro "en la peor situación que ha sufrido la aviación comercial en los últimos años". Y para apuntalar su posición cuantifica en euros el coste de las demandas: si las atendiese, la masa salarial de los pilotos que integran su flota aumentaría un 20% y elevaría los costes de personal en 50 millones anuales, un escenario que, según subraya la compañía, es "inasumible" para cualquier empresa del sector en momentos tan turbulentos.

Salvo acuerdo de última hora, la huelga arrancará el miércoles y se extenderá a los días 22, 23, 28, 29 y 30 de mayo. A partir de ahí, advierte el Sepla, la incidencia tendrá carácter indefinido durante los lunes, martes y jueves de cada semana. El colapso en los aeropuertos podría haber sido mayor de seguir adelante la otra protesta paralela, la de los tripulantes de Spanair, finalmente anulada. En total, 760 conexiones pendientes de un hilo, y de ellas 148 con salida o destino Andalucía (ver cuadro superior). En todo el país se calcula que la huelga afectará a unos 32.000 pasajeros.

El último síntoma de que Air Nostrum no intuye un final negociado es que comience ya a cuantificar los daños y pérdidas, una misión que ha encomendado al gaditano Federico Durán (Garrigues), experto en estas lides tras el papel clave que jugó como mediador en la huelga de Iberia de julio de 2001.

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