El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió a la banca un compromiso colectivo ante la crisis y un "esfuerzo adicional" en la concesión de crédito, a lo que los representantes del sector le respondieron que hay mucha menos demanda crediticia por la mala situación económica.

El jefe del Ejecutivo mantuvo una larga reunión con los presidentes de los tres principales bancos y las tres grandes cajas españolas, en la que Zapatero les reclamó un "compromiso colectivo" ante la crisis y, en concreto, les instó a hacer un mayor uso de las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para apoyar la financiación de empresas y familias.

Zapatero les pidió que incentiven la posibilidad que tienen los desempleados para aplazar temporalmente el pago de sus hipotecas, a lo que los representantes financieros le respondieron que el ICO debe hacer un esfuerzo superior, una petición que el presidente aceptó estudiar, según informó el Ejecutivo.

Los representantes bancarios explicaron al presidente que no es posible que el crédito aumente si la economía y la demanda no lo hacen, según explicaron fuentes cercanas a la reunión.

Otras fuentes apuntaron que si la banca no concede créditos se debe a que las empresas no los solicitan para financiar nuevos proyectos o inversión productiva, sino para cubrir el día a día, tal y como le trasladaron al jefe del Ejecutivo.

Durante cerca de tres horas, Zapatero y su ministro de Economía, Pedro Solbes, analizaron la situación económica y del crédito con los presidentes del Santander, Emilio Botín; el BBVA, Francisco González; el Banco Popular, Ángel Ron; La Caixa, Isidre Fainé; Caja Madrid, Miguel Blesa; y Bancaja, José Luis Olivas.

El encuentro estuvo precedido por un mensaje al Gobierno del presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Miguel Martín, quien advirtió de que en España el sistema bancario "no ha hundido" la economía, sino que ha sido la "economía real" la que ha puesto "en riesgo" al sector.

En su intervención en una jornada en el Congreso de los Diputados, Martín consideró "erróneo" que el Ejecutivo pretenda aplicar en España "las mismas recetas financieras" que en otros países, y defendió la actuación de las entidades financieras españolas que, aseguró, están "muy animadas a dar créditos" porque ése es su negocio.

Para el presidente de la patronal bancaria, las entidades que concedieron crédito "mal dado" deben asumir sus responsabilidades y "no esperar a que el Estado las salve", al tiempo que recordó que "la banca asume sus responsabilidades asumiendo la morosidad, las pérdidas y haciendo las provisiones necesarias".

Por su parte, el presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, insistió en que la entidad sigue dando crédito, aunque a un ritmo menor que otros años, porque la demanda ha disminuido más de un veinte por ciento y porque "no hay comerciante en el mundo que venda igual su mercancía en años de penumbra que de bonanza".

En la presentación de los resultados de la caja, Blesa consideró que el Fondo para la Adquisición de Activos Financieros, la concesión de avales del Estado para las emisiones de deudas, así como las líneas del ICO son medidas "muy oportunas y acertadas" y por eso Caja Madrid participa en todas ellas.

En su opinión, el Gobierno probablemente no esté planteándose más que aportar liquidez y avales, o "como extremo" entrar en el capital de una entidad -algo que Blesa descartó que vaya a suceder- pero en ningún caso, que el Estado vaya a adquirir créditos morosos. Ésa es una posibilidad que Blesa aseguró que no ha escuchado en los círculos financieros.

Sin embargo, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, valoró la posibilidad de crear un "banco malo" internacional encargado de gestionar los activos tóxicos de las instituciones financieras.