La imparable escalada de los precios del crudo y su efecto en los combustibles ha propiciado que algunos estados de la UE empiecen a mover ficha. Uno de los primeros en hacerlo ha sido Francia, cuyo presidente, Nicolas Sarkozy, anunció ayer que propondrá a sus socios la eliminación del IVA que grava los carburantes, cuando el precio del petróleo supere un determinado nivel -no especificó cuál.

La Comisión Europea recordó que decisiones del perfil de la que propone Sarkozy no pueden adoptarse de forma unilateral. El portavoz comuniario de Energía, Ferrán Tarradellas, subrayó, además, que utilizar la rebaja fiscal para combatir la subida de precios podría lanzar un mensaje erróneo a los productores, de modo que se mostró partidario de que la subida de precios de la energía se traslade a los consumidores.