Tribuna Económica

joaquín aurioles

Presidenta a tiempo parcial

Si Susana Díaz es elegida secretaria general del PSOE tendrá muy difícil continuar como presidenta de Andalucía. Se supone que gobernar la comunidad autónoma es una tarea lo suficientemente compleja como para resultar incompatible con cualquier otra actividad personal, sobre todo, si la acción de gobierno se plantea con objetivos ambiciosos a medio y largo plazo, como una reducción efectiva del atraso relativo de la región o del diferencial de tasa de paro. No ha sido el caso hasta ahora y en el PSOE-A saben que es posible perpetuarse en el gobierno con una actividad política de baja intensidad que garantice el sostenimiento del sistema clientelar y evite la confrontación de ideas. A pesar de ello, es difícil de imaginar el oficio de presidenta de Andalucía a tiempo parcial, especialmente cuando hay que compaginarlo con la secretaría general de un partido con los problemas internos que actualmente tiene el PSOE y con el devastador panorama que sucederá al congreso del mes de junio, hasta que dentro de un par de años vuelva a ponerse en marcha la maquinaria electoral.

Estos días ha conseguido esquivar el acoso periodístico sobre su candidatura a primarias recurriendo al "hoy toca gobierno", pero esto es algo que difícilmente podrá seguir haciendo después del día 26, así que el pronóstico es que, si es elegida secretaria general, Susana Díaz tendrá que renunciar a la presidencia, pese a su reiterado compromiso personal de que su prioridad política es Andalucía.

Uno de los problemas es que supondría la amortización anticipada de una nueva legislatura sin apenas actividad. La cuarta ocasión en cinco años, desde la legislatura encabezada por Chaves en 2012, en que incidentes de este tipo desembocan en parálisis gubernamental intermitente, tras los relevos en la presidencia de Griñán y Díaz y el adelanto electoral decretado por la última en 2015.

A pesar de ello Susana Díaz representa la estabilidad institucional, mientras que con Pedro Sánchez es fácil intuir un final anticipado de la legislatura. La victoria de Díaz podría ser, en cambio, fuente de inestabilidad en Andalucía, dependiendo de que Ciudadanos, que podría considerar entrar en coalición de gobierno, acepte mantener su apoyo a una nueva presidencia no electa. La marcha de Susana Díaz también puede ser relevante de cara al debate sobre el modelo de Estado y la reforma constitucional. Como presidenta de Andalucía ha manifestado claramente su defensa de un modelo basado en la igualdad y la multilateralidad, pero en su partido siempre han sido proclives a la búsqueda de soluciones negociadas con Cataluña, especialmente en la facción que representa Pedro Sánchez, debido a su cercanía con las tesis del PSC. Se desconoce si una vez al frente del PSOE mantendría su firme oposición a cualquier propuesta de modelo que contemple nuevos privilegios fiscales, pero se puede intuir que la posibilidad de un pacto fiscal con Cataluña y la excepcionalidad de un modelo bilateral de relaciones con esta comunidad, que terminaría consolidando un sistema con dos categorías autonómicas, sería bastante mayor con Pedro Sánchez al frente de la secretaría general del PSOE.

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