La agencia de calificación crediticia Moody's ha rebajado en un escalón el rating de Abengoa, que continúa en grado de especulación y que pasa de Ba3 (tercera nota de la calidad cuestionable) a B1 (primera nota de la calidad pobre).

La agencia, que sitúa en estable la perspectiva de la compañía, explica que su decisión responde al "fuerte programa de inversión" de Abengoa y su previsión de que sea incapaz de reducir su apalancamiento por debajo de seis veces la deuda entre el Ebitda. El grado de endeudamiento de la empresa y la relación del mismo con la banca española son dos aspectos que convierten a Abengoa en "un grupo vulnerable a posibles constricciones en el acceso al crédito y a los mercados de capitales", señala la agencia.

Abengoa se enfrenta, además, a incertidumbres relacionadas con el entorno entre las que figuran el continuado deterioro de la economía española, los aumentos de impuestos y la reducción del apoyo regulatorio a las energías renovables en el país, indica.

Junto a esto, Moody's advierte de la dependencia de la empresa con respecto al desarrollo de dos centrales termosolares en Estados Unidos, en las que deberá invertir 2.600 millones de euros, lo que equivale a cerca del 30% del total de las inversiones previstas.

La empresa sigue imparable en su política de expansión. Ayer mismo dio a conocer que desembolsará 97,6 millones de euros en dos nuevas plantas de reciclaje de residuos de polvo de acería en Turquía, a través de su división de reciclaje Befesa y en colaboración con la Agencia de Promoción y Apoyo a las Inversiones del Ministerio de la Presidencia de Turquía. Ambas instalaciones generarán 130 empleos directos y más de 200 indirectos.