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Economía

Minas de Alquife pide a la Junta que acelere los trámites para su reapertura

  • Los nuevos dueños reclaman que dé luz verde a la cesión de los derechos de explotación y aclare el proceso burocrático

200 millones de euros de inversión, creación de unos 1.750 empleos entre directos e indirectos, unas reservas de 105 millones de toneladas de hierro y una producción anual de 4 millones de toneladas de mineral de hierro durante 20 años. Éstas son las cifras globales que maneja la sociedad Minas de Alquife Holding B. V., propiedad de la familia alemana Simon, la cual pretende reabrir en 2017 la explotación radicada en la comarca granadina del Marquesado de Zenete.

Pero estos datos no son más que estimaciones basadas en los sondeos de Andaluza de Minas, la antigua compañía que explotó Alquife desde 1929 hasta 1996, cuyos archivos fueron rescatados prácticamente de los escombros por los nuevos propietarios del yacimiento, según Luis Carlos Pérez, director técnico de Minas de Alquife. "No podemos hacer sondeos. Lo que tenemos está basado en archivos, muchos de ellos rescatados de escombros", agregó Pérez, que ayer presentó el proyecto en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), acompañado por el consejero delegado de Minas de Alquife, Holger Denicke, y representantes de los municipios de la zona. Para evidenciar el apoyo de la patronal, su secretario general, Antonio Ponce, también estuvo presente en la presentación.

Tras su clausura en 1996, los derechos de explotación de Alquife pasaron a sus antiguos trabajadores, pero la Junta de Andalucía dejó en suspenso la concesión con el fin de que no caducara por falta de actividad, lo que habría perjudicado a los ex mineros. Hace más de un año, la sociedad de la familia Simon alcanzó un acuerdo con los ex trabajadores para el traspaso de dichos derechos. Sin embargo, el Gobierno andaluz aún no ha autorizado el cambio de titularidad y levantar la suspensión de la concesión, lo que impide a los nuevos propietarios realizar sus propios sondeos, según el director técnico.

La empresa ya ha desmbolsado seis millones de euros, sin contabilizar la compra de terrenos, y pretende acometer el resto de la inversión en alianza con otros grupos. "Ya existen inversores interesados, pero sin la titularidad es imposible que se involucren", manifestó Pérez. "Queremos acortar los tiempos porque no podemos acceder a los terrenos. Nos exigen un proyecto de explotación y para hacerlo bien, necesitamos acceder al campo", agregó. Además, la firma pide a la Junta que aclare si debe acometer ya o no la Autorización Ambiental Unificada, otro trámite indispensable para la reapertura.

De la culminación de estos hitos burocráticos depende el cumplimiento del calendario de la compañía, que apunta a 2014 como fecha de inicio de la reconstrucción de las instalaciones y 2017 como arranque de la explotación. No obstante, estos plazos pueden pecar de optimismo a la luz de la experiencia de otros proyectos mineros en Andalucía. "Los ejemplos son desalentadores, aunque creo que son problemas distintos. A lo mejor somos un poco tontos, pero si ese hierro está ahí, hay que intentar sacarlo", manifestó Luis Carlos Pérez.

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