El Italia elevó ayer el tono de sus críticas a la gestión de la crisis económica y financiera en Europa después de que el préstamo acordado el sábado para la banca española haya situado a las finanzas italianas en el punto de mira de los mercados.

El jefe del Gobierno transalpino, el tecnócrata Mario Monti, se refirió a las palabras pronunciadas en una reciente entrevista por la ministra de Finanzas de Austria, María Fekter, quien dijo que quizá Italia pueda necesitar también la ayuda europea. "Considero totalmente inapropiado que una ministra de un Estado miembro de la UE comente la situación de otro Estado miembro", atacó Monti.

"La UE está demostrando -no siempre con la velocidad adecuada- buena capacidad de pertrecharse para gestionar la crisis, pero hace falta que refuerce su compromiso político con el crecimiento, sin perjuicio de la disciplina presupuestaria pública, que, sin embargo, no puede mantenerse a largo plazo sin crecimiento", afirmó el primer ministro. Con la prima de riesgo rozando por momentos los 490 puntos y la bolsa de Milán enlazando dos jornadas de caídas, Monti considera necesario "reforzar la gobernanza económica europea para tener instrumentos de crecimiento no antitéticos sino coherentes con la disciplina presupuestaria".