Economía

El plan de ajuste de Imperial Tobacco elimina 236 empleos de Altadis en Cádiz

  • La planta andaluza, víctima del 28% de los 830 puestos recortados en España, quedará mermada hasta sólo 65 trabajadores · El grupo británico cierra la factoría de Alicante y concentra su producción en Logroño y Cantabria

Los presagios más agoreros se cumplieron ayer para los trabajadores de Altadis. Imperial Tobacco, el grupo en el que quedó integrada en enero la antigua Tabacalera, presentó ayer un duro plan de reestructuración que incluye la supresión de 2.440 empleos en Europa, 830 de ellos en España -de los cuales 236 pertenecen a la plantilla de Cádiz- y 1.060 en Francia. El reajuste incluye el cierre de seis fábricas de las 58 que integran el área de producción de Altadis, una de ellas la de cigarrillos negros en Alicante.

La reducción de la plantilla de Cádiz, dedicada al proceso primario de tratamiento del tabaco para la elaboración de cigarrillos rubios, supone el 28,4% de todos los que serán eliminados tras la integración de Altadis en Imperial Tobacco. En el centro permanecerán sólo 65 trabajadores como medida para "ajustar la producción a la demanda".

Las otras cinco plantas que cerrará Imperial Tobacco, además de la española, son las de cigarros de Bristol (Reino Unido) y Estrasburgo (Francia), la de picadura de tabaco de Metz (Francia, la de cigarrillos de Berlín (Alemania) y la de Eslovaquia.

Imperial Tobacco cerrará así el próximo año dos de las tres plantas del centro industrial tabaquero de Cádiz y mantendrá sólo la producción de tabaco expandido y actividades logísticas en el almacén ubicado en el recinto exterior de Zona Franca y, por lo tanto, beneficiado de las exenciones fiscales aduaneras. Como si de un flash de futuro se tratara, la fábrica estaba ayer vacía. Es la sexta bocanada de la planta gaditana en los últimos quince años: un expediente cada tres años. La periodicidad, como manillas del reloj, ha golpeado fatalmente al centro gaditano: el último ERE fue en 2005.

Estamos en 2008 y el recorte emprendido por Imperial no será uno más. La previsión de la compañía es eliminar 226 empleos de los 291 actuales. Solamente 65 trabajadores permanecerán en el centro a partir de 2010 porque el 31 de diciembre de 2009 deberá salir el resto. Las desvinculaciones seguirán las pautas del último ERE, de forma que serán prejubilados los mayores de 52 años (198 trabajadores) con algo más de un 60% de su salario actual y otros 28 podrán acogerse a bajas incentivadas (hasta alcanzar la edad de jubilación) o traslados a otros centros.

Además de la plantilla, el comité de empresa alertó sobre la situación de desprotección en la que quedará otro centenar de empleados pertenecientes a la industria auxiliar -mantenimiento, vigilancia o limpieza-, "para los que no hay previsto ningún plan de prejubilación o indemnización", según advirtió la presidenta, Carmen Pérez (AO). De los 65 supervivientes, una veintena quedará ligada a actividades puramente productivas, mientras que el resto ocuparán puestos de administración, almacenamiento o mantenimiento.

El plan de reestructuración, que fue comunicado ayer a todos los centros de trabajo del grupo británico y de la compañía hispano-francesa, contempla además la concentración de la producción europea de cigarros en Cantabria y la de cigarrillos, tanto de rubios como de negros, en Logroño, que se convierte así en la única planta de cigarrillos en España. De los 830 suprimidos en España (sobre una plantilla total de 6.700 trabajadores), 520 pertenecen al área industrial, en las fábricas de Alicante, Cádiz y Palazuelo (Cáceres).

El cese de la actividad de la fabricación de cigarrillos negros en la planta de Alicante, que afectará a 338 empleos, es consecuencia del acusado descenso del segmento de tabaco negro, con una caída en volumen del 63% en España y cerca del 70% en Francia en los diez últimos años, lo que ha llevado a Imperial Tobacco a decidir concentrar toda la producción en la fábrica de Logroño. Por contra, la compañía británica concentrará la producción europea de cigarros en Cantabria, lo que incrementará la plantilla en 28 nuevos empleos, hasta un total de 278 trabajadores. La producción, por su parte, aumentará de 380 a 816 millones de cigarros, al cesar también la actividad de las plantas de Bristol (Reino Unido) y Estrasburgo (Francia), que será transferida a Cantabria.

La reestructuración en España incluye además la supresión de las redundancias existentes en las funciones corporativas, centrales y administrativas, lo que afectará a unos 140 empleados, y la optimización de la red comercial en las áreas de marketing y ventas, con unos 170 empleados afectados.

Imperial Tobacco destacó que la reorganización fortalece a España como un país clave dentro deImperial Tobacco, tanto a nivel de mercado como de producción, al consolidar las fábricas de Logroño y Cantabria como dos centros tabaqueros de referencia.

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