Economía

Banco de Andalucía eleva su beneficio un 26% y supera los 56 millones

  • La cartera de créditos de la entidad, cuya ratio de morosidad se colocó en el 1,18%, sólo aumentó un 7% hasta marzo

Banco de Andalucía cerró el primer trimestre del ejercicio con un beneficio neto de 56,5 millones de euros, lo que supuso un crecimiento del 25,7% en relación con el mismo periodo del año anterior. Ese ritmo de avance, que tuvo en el negocio tradicional a uno de sus principales artífices, multiplicó por más de dos el mantenido por la matriz de la entidad, el Banco Popular, cuyo resultado hasta marzo ascendió a 322,5 millones.

De acuerdo con los datos remitidos ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el saldo de la cartera crediticia de Banco de Andalucía se colocó en 11.560,38 millones de euros, un 6,91% más, mientras que los depósitos de clientes se elevaron un 24,8%, hasta los 8.105,64 millones. El comportamiento de estas magnitudes reflejan de forma nítida la estrategia seguida por la banca desde que estallara la crisis subprime: la escasez de liquidez ha llevado al sector a concentrar sus esfuerzos en captar recursos y el aumento de la morosidad -debido al excesivo endeudamiento de las familias y a la desfavorable coyuntura económica- la ha obligado a ser más selectiva a la hora de conceder financiación. El propio banco reconoce en la nota enviada a la CNMV esta última circunstancia y su efecto sobre la actividad hipotecaria, que sólo se incrementó un 4,44%.

En cuanto a la evolución de la morosidad, la entidad que dirige Miguel Mozo señala que aumentó del 0,74% registrado en marzo de 2007 al 1,18% del mismo mes del presente año. La ratio de cobertura se situó en el 138,06%.

El buen comportamiento del negocio tradicional se proyectó en el margen de intermediación, que se apuntó el ascenso más notable de la cuenta de resultados: un 15,1%, hasta los 86 millones de euros. Bastante más moderada fue la senda que siguió el margen ordinario, pues experimentó un alza del 4,2% -ver tabla adjunta-. Esta trayectoria se vio condicionada por el retroceso de los ingresos por comisiones (en un 6,5%) y de los resultados por operaciones financieras (en un 67,8%).

El avance del margen de explotación también fue modesto (1,1%), ya que, durante el periodo tomado como referencia, pasó de los 80,57 a los 81,48 millones. En este caso, se hizo notar el significativo incremento de los costes de explotación, que se elevaron más de un 11%, impulsados, fundamentalmente, por los gastos generales de administración (repuntaron cerca de un 20%). Precisamente, el ascenso de esa magnitud explica el empeoramiento en 2,27 puntos de la ratio de eficiencia -mide lo que gasta una entidad por cada 100 euros que ingresa-, que alcanzó el 26,16%.

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