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Triple asesinato de Dos Hermanas

Ricardo 'el Pollino' confiesa que cometió los tres crímenes

  • El móvil sería un ajuste de cuentas con el ciudadano turco por un asunto relacionadocon el tráfico de drogas. Los otros dos arrestados niegan su participación en los hechos

Ricardo 'El Pollino', a su salida de los juzgados.

Ricardo 'El Pollino', a su salida de los juzgados. / Juan Carlos Muñoz

La mujer del presunto autor del triple crimen. La mujer del presunto autor del triple crimen.

La mujer del presunto autor del triple crimen. / Víctor Rodríguez

Ricardo el Pollino confesó el triple crimen. Uno de los tres detenidos en relación con el triple crimen de Sandra Capitán Capitán, de 26 años; de su hija, Lucía Begines, de 6 años, y de su compañero sentimental, un hombre de 55 años conocido como el Turco, confesó ayer a la juez la autoría del triple asesinato. El móvil que, según el asesino confeso, le habría llevado a acabar con la vida de estas tres personas y a tratar de ocultar posteriormente los cadáveres es un ajuste de cuentas con el Turco, relacionado con el tráfico de drogas, según confirmaron a este periódico fuentes de la investigación.

De hecho, los investigadores vincularon la desaparición desde un principio al narcotráfico, ya que el ciudadano turco estaba relacionado con una peligrosa organización dedicada a la distribución y venta de estupefacientes en el Polígono Sur, barrio de procedencia de Sandra Capitán, que estaba embarazada de tres meses, y su hija, escayolada de un brazo en el momento de la desaparición.

La juez mantiene la causa bajo secreto de sumario y envía a los tres detenidos a prisión

Ricardo el Pollino también reconoció el triple crimen en su declaración ante los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, a los que relató con detalle lo ocurrido y los condujo hasta la vivienda ubicada en el número 168 de la calle Cerro Blanco, que desde el macabro hallazgo del pasado domingo se ha convertido en la casa de los horrores de esta conflictiva barriada nazarena.

Los otros dos implicados en este caso, la mujer y el padre del Pollino, han negado su participación en los hechos y que conocieran el abominable destino que se había dado a las tres víctimas, precisaron las mismas fuentes. Sin embargo, ni la Fiscalía ni la instructora han dado crédito a sus versiones, por lo que el Ministerio Público solicitó el ingreso en prisión de los tres sospechosos y así lo acordó la juez.

El padre de El Pollino, también detenido. El padre de El Pollino, también detenido.

El padre de El Pollino, también detenido. / Juan Carlos Muñoz

En concreto, la juez de Instrucción número 19 de Sevilla, que mantiene la investigación bajo secreto de sumario, ordenó este martes el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de las tres personas detenidas por el triple crimen y a las que se atribuyen tres delitos de asesinato y otros tres delitos de detención ilegal.

Los tres detenidos son Ricardo, apodado el Pollino, su mujer y el padre del Pollino, quienes fueron arrestados el sábado y pasaron este martes a disposición judicial, una vez avanzadas las pesquisas policiales.

La Policía recuperó entre la noche del domingo y la madrugada del lunes los tres cadáveres que se encontraban enterrados en sosa cáustica y bajo una losa de cemento en la vivienda de Cerro Blanco. Los cuerpos fueron hallados en un estado muy deteriorado, lo que hace pensar a los investigadores que fueron ocultados poco tiempo después de su desaparición, que tuvo lugar el sábado 16 de septiembre. Tras el levantamiento, los restos de las tres víctimas fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal (IML), donde continúa practicándoseles la autopsia. La juez ha ordenado que se extraigan muestras de ADN de los tres cuerpos para confirmar los primeros resultados forenses, que identifican a los fallecidos.

Los primeros datos de la autopsia indentifican a los tres fallecidos

Sandra Capitán y su hija Lucía llevaban varios meses viviendo en un piso de la urbanización Nueva Bellavista, frente al Hospital de Valme. La madre y abuela de las desaparecidas fue la primera en denunciar la desaparición, ya que entonces no tenía constancia de la identidad del que era la pareja de su hija. Fue el padre de la menor, que iba a pasar el fin de semana con ella, el que se percató de la ausencia de ambas al entrar en el piso. La freidora estaba encendida y una hamburguesa a medio hacer en la encimera de la cocina. La única pertenencia que los familiares echaron en falta fue el bolso de Sandra. Su ropa y dinero estaban allí. La última conexión por Whatsapp fue ese sábado a las 14:30.

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