Diario del Carnaval

Los límites del humor

  • Seis conocidos humoristas profesionales reflexionan sobre si existen líneas rojas en la broma y en las coplas, a tenor de las diferentes polémicas surgidas en la presente edición del Concurso

Los límites del humor

Los límites del humor

¿Tiene el humor líneas rojas? ¿ Es positiva la autocensura? Es más, ¿qué es el humor?, ¿todo es humor? Estas preguntas nos han venido a la mente tras las últimas polémicas acontecidas durante la presente edición del Concurso Oficial de Agrupaciones debido al contenido de algunas coplas por las que algunos sectores se han sentido ofendidos, incluso llegando a poner el asunto en manos de abogados, como es el caso de Andrea Janeiro. Para intentar desenredar esta maraña entre ofensores y ofendidos, Diario del Carnaval ha contactado con diferentes profesionales del humor. Aún así, no hemos logrado una respuesta unánime a todas estas cuestiones. Libertad de expresión en las coplas sí, pero con matices.

El sevillano Manu Sánchez es un firme defensor del humor "pues es la cristalización de la libertad de expresión", a la que "desde luego" no le pondría "límites legales". "Os recomiendo la lectura del libro de Raoul Vaneigem Nada es sagrado, todo se puede decir. Realmente el único límite es la autocensura. Yo por ejemplo, hago humor contra el opresor nunca contra el oprimido, yo entiendo del humor de abajo a arriba porque de arriba a abajo sería bullying o abuso", explica el cómico andaluz. "Me dedico al humor porque molesta, sino no me interesaría", incide. "Puedo hacer un chiste sobre terrorismo o violencia machista, pero siempre apuntando hacia el terrorista, y no a las víctimas; o hacia el machista y no hacia la mujer. El humor, a veces, es saber apuntar".

Respecto al Carnaval, considera que se debe de tener "licencia y patente de corso para que hable el pueblo sin ningún filtro, sin ningún jefe, sin censura". "Si a alguien no le hace gracia algo que no lo invite a su boda, que no se hagan amigos, porque una vez que se levanta el telón y se enfoca lo que sucede en el escenario puede ocurrir la mejor genialidad o la peor barbaridad", afirma. Para Manu Sánchez, si alguna agrupación ha estado zafia en su broma "la represión debería ser social y no legal, es decir, que vendan menos compactos o le salgan menos contratos". "Te puede parecer mal que se metan con alguien por ser fea pero que la ley te prohiba decirle feo a alguien, sí que es una barbaridad", decide rotundo.

El jerezano Luis Lara cree que de aquí a nada "se va a acabar la existencia de papel de fumar en los estancos" (entiéndase que se la están cogiendo con papel de fumar). "Como se le ponga límites al humor se va al garete el más importante de los sentidos", manifiesta, y lamentablemente, añade, "esto está pasando en muchos ámbitos de la vida y así nos va". Eso sí, reconoce, que a él no le gusta meterse en ciertos temas. "Me da mucho reparo, por ejemplo, las enfermedades o los problemas físicos", dice, aunque entiende que decir que alguien es feo "entra dentro de la normalidad", "luego si puede haber otras cosas que hieran más". "Yo es que me río mucho de mí mismo, y por ahí tengo mucho ganado", bromea. Más allá, y centrado en el Carnaval, considera que no conocen lo que es esta fiesta. "Si se ponen a mirar años atrás, podrán ver que se han metido con gente que ha hecho el tonto, el coca-cola,...". Es lo mismo que ha pasado con el tema de la guillotina y Puigdemont, "no entienden lo que es el Carnaval". Y añade, "tampoco se enteran del doble sentido, del juego de palabras, la picaresca, la ironía, parece que se ha perdido de unas generaciones para acá".

José Guerrero Yuyu piensa que no todo vale en el humor, pero partiendo de ahí, "mosquearse por decir que una persona es fea, con lo que se ha cantado, es no entender la filosofía de esto y el concepto de una chirigota". "Teófila tendría que tener los juzgados colapsados", añade el humorista gaditano. "¿Cuántas veces se ha dicho que fulano es gordo o que un concejal es torpe o medio tonto? Critican sin tener ni idea", añade. Yuyu también cree que hay muchos ofendidos. "Yo miro porque mi humor sea blanco, yo me autocensuro mucho, y aún así he tenido problemas", cuenta. "Si se dice algo de un cojo, te salta la asociación de cojos", y así con muchos temas. Y eso que, insiste, "no se puede escribir de cualquier cosa" y "afortunadamente ciertos chistes se han superado". "En los años 80, se hablaba alegremente del maltrato (recuerda mi marido me pega, de Martes y Trece), y eso ya no hace gracia". Sin embargo, "en otras cosas hemos ido para atrás y parece que no se puede hablar de nada".

Otro grande del humor gaditano, Antonio Reguera, lo tiene claro y lo explica con su particular estilo. "El humor como casi todo en la vida... exceptuando el lomo en manteca... tiene sus limitaciones. Para disfrutar de la risa lo primero es respetar. Hay mucha diferencia entre hacer feliz a los demás y ofender con simplonas gracias", asegura. "Esto último es muy fácil, lo difícil es conseguir sacar la carcajada sin mofarse de nadie, ahí radica el ingenio e inteligencia sagaz... si le pones detrás 'ta' es la calle mas larga de Cádiz".

Y supone Reguera, "que también el Carnaval tiene su tope humorístico". "La buena y sana risión puede parecer banal, sin embargo es una de las cosas más importantes que podemos atesorar". Así que, felicita, "a todas esas personas que consiguen entusiasmar a los demás con cachondo poderío intelectual". Eso sí, Reguera no se despide sin dejar una advertencia final: "En definitiva, no todo vale. Y no olvidar el susodicho amantecado lomeroso... pues obviamente su abuso predispone a que la hebilla mire par suelo".

Toni Rodríguez, por su parte, apunta que los chistes con ciertos personajes como puede ser Falete, funcionan y que la clave debe estar "en hacerlo con arte". En su trabajo, reconoce que más de una vez han venido a pedirle explicaciones al terminar el espectáculo. "Siempre hay alguien que viene a quejarse de algo y seguramente me he llevado una hora metiéndome conmigo, con los gaditanos, riéndome de nosotros mismos". Pero puede que esa habilidad de autocrítica se esté perdiendo o que también, reflexiona, una cosa es reírse de los demás y otra que se rían de nosotros. Por eso, quizás pueda entender "que la madre de Andrea se ofenda si ve desde Madrid que una chirigota se mete con su hija", dice aludiendo al desconocimiento del Carnaval, de lo que es una chirigota, y aclarando que para él, el cuplé "tiene ánge".

"Líneas rojas en el humor... Es que yo veo el lío del asunto en la otra cuestión, ¿qué es el humor?", reflexiona el humorista gaditano Pepe El Caja para el que hay que diferenciar "entre humor y mal gusto". "Para mí el humor no tiene límites pero yo entiendo el humor como algo elaborado, con un doble sentido, algo bien dicho... Y, por otra parte, también hay que ser consciente cuando se hace humor del aguante que uno tiene. Si a mí me molesta que me digan que tengo la cara como el que se ha comido seis molletes pues no se me ocurriría decirlo de otra persona, por ejemplo", opina.

Así, para Pepe el Caja "los insultos no son humor" pero, puntualiza, "tampoco veo lógico contestar con cuestiones legales". "En mi opinión, se debería contestar con las mismas cartas. En el caso de Andrea Janeiro, por ejemplo, está en todo su derecho en defenderse legalmente, ¿qué mejor que la ley?, pero quizás no es tan ético, ¿no?, y tampoco tan efectivo, creo que lo mejor hubiera sido hacer un comunicado donde se explique el por qué le molesta o que no todo vale... No sé, creo que eso hubiera tenido un efecto más positivo que un requerimiento o una denuncia o lo que sea", apuesta.

No niega el cómico que en su profesión él sí se ha autocensurado porque "no me gusta hacer sentir mal a la gente, y si puedo evitarlo, lo evito", comenta congratulándose de que él "afortunadamente" tiene "otro recursos para hacer reír que no se basan en meterme con el físico, por ejemplo, de una persona". De hecho, Pepe tiene desde hace años una idea para sacar una chirigota que tiene que ver un poco con toda esta polémica que se ha desatado ahora. "A mí me hubiera gustado sacar 'Las cositas a la cara' en la que los componentes fueran disfrazados pues de la gente típica con la que se suelen meter en las coplas, de Kiko Rivera, de Falete, ahora metería a Andrea... Y así disfrazados de ellos le fueran devolviendo las mismas bromas que les han hecho a los autores que se las hicieron..., ¿tú crees que a alguno les caería mal?", deja en el aire el colaborador de Onda Cádiz que deja una idea o reflexión final: "A lo mejor todo esto que está pasando le viene bien al Concurso y se sanean las coplas de chistes fáciles y de tanto meterse con la gente de una manera facilona. Pero yo no creo que los límites los deban de poner la justicia, ni los medios de comunicación, sino que estos límites bien entendidos deberían estar primero en la ética personal, pero como todo el mundo no la tiene, quizás habría que pensar si en las bases del Concurso se contemple que todo no vale, ni meterse con los defectos físicos de las personas ni los insultos... Si se están cortando en el fútbol, ¿por qué no aquí?".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios