Los cañones

Sin ironía

Yo no tengo ningún desorden afectivo. A la gente de mi coro la quiero, a unos más que a otros, y considero que es el mejor grupo humano y, por supuesto, cantando. El jueves pasado dije irónicamente que iba hacer una limpieza y lo que quise decir realmente es que dicha limpieza ya está hecha, y los elementos tóxicos ya no están con nosotros. No me expresé con claridad y causé malos entendidos.

Escribir con sarcasmo no se me da bien. Si quiero decir algo alto y claro ha de ser con sujeto y predicado, pero sin ironía. Por ejemplo y hablando de sujeto: el director del colegio Arbolí es un mentiroso. Una de aquellas vacías clases nos la cedió el PP para ensayar y guardar nuestros instrumentos. Todo ha sido cambiar el equipo de gobierno y a la puta calle. Cuando creímos que el nuevo concejal nos cedería aquello, el director en cuestión se saca de la manga unas obras inexistentes para que salgamos de allí. Cuando el concejal cede por fin a que sigamos allí, es de nuevo el malaje director el que fantasea unas denuncias para que nos quedemos sin local de ensayo definitivamente, a su capricho el chaval. Sabemos que a este tío no le gusta el carnaval, realmente lo que le gusta es ver a los pajaritos como hacen el amor, pero mentir inventándose unas denuncias inexistentes es de auténtico cab…allero.

A cambio de tan poca predisposición a darnos una alternativa, como nos prometió el concejal de turno, y que aún esperamos, hemos encontrado a personas que dirigen sus edificios, y las actividades que en ellos tienen, con verdadera profesionalidad y cariño. Por eso aprovecho para agradecer a estas personas la disposición que han tenido para ayudarnos y demostrarnos el verdadero amor por Cádiz y su fiesta. Por orden cronológico: la directora del Colegio San Rafael, el coronel de la Residencia Militar La Cortadura y la presidenta de la Asociación Aires de Cádiz. Gracias de corazón.

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