Diario del Carnaval

El credo según OBDC

  • Germán García Rendón se inspira en la estética de la serie de 'El joven papa', introduciendo en el tipo toques más irreverentes

  • Hicieron el pasacalle con una sotana negra por lo que le ocurrió a Martínez Ares

Uno de los componentes de la comparsa se coloca la mitra y las gafas de sol antes de enfundarse en la ropa de obispo.

Uno de los componentes de la comparsa se coloca la mitra y las gafas de sol antes de enfundarse en la ropa de obispo. / julio gonzález

Sin más religión que el Carnaval ni más símbolos colgados en el pecho que la propia marca de OBDC se planta este año en el Concurso la comparsa 'El joven obispo' que lidera Germán García Rendón. Suya fue la idea de transformarse en un concepto de obispo distinto: "Unos obispos jóvenes, rebeldes, con letras transgresoras, con elementos y complementos modernos como gafas de sol o pendientes que chocan con la tradicional indumentaria del clero", explica, mientras el equipo de maquillaje de Sara Romero imprime los últimos retoques "de pasarela, porque son unos curas guapos, por lo que le hemos marcado los pómulos, los ojos, le hemos recortado las barbas, van muy arreglados". Unos maqueados personajes que van tomando cuerpo y alma en la Asociación Provincial de Pensionistas y Jubilados de la calle de la Rosa. Alma y conciencia crítica para llevar a escena su concepto de la Iglesia, "pues no soy creyente y arremeto contra la hipocresía que envuelve este mundo, pero sin atacar nunca la fe, pues lo respeto mucho", narra Germán mientras no pierde detalle de los complementos de última hora como el del propio escapulario, por ejemplo, "que no es una cruz, sino que porta la x y la d que usamos desde hace años. No llevamos ni un sólo símbolo religioso".

Asegura que la idea partió de la polémica surgida con la drag vestida de Virgen en el Carnaval de Tenerife, para apoyarse ya con gran peso en la contundente estética del personaje de la serie de Paolo Sorrentino encarnado por Jude Law, The young Pope -El joven Papa-. Crearte ha seguido los cánones marcados por el autor de la agrupación para manufacturar un elegante tipo con elementos bordados en oro integrado por chaqueta y pantalón base, unas botas altas, una capa de terciopelo celestona, una esclavina, la mitra, fajín y una estola con la marca OBDC colgado de este fajín. "Y como nos dio tanto coraje lo que le ocurrió a Martínez Ares nos hemos comprado una sotana negra para hacer el pasacalle", comenta sobre la falta de tacto de los que desvelan el tipo en las redes antes de que el grupo salga a escena.

Una escena, la del Falla, que cada noche ve muy de cerca uno de los encargados de la seguridad del teatro y componente del grupo, Ezequiel, cuyo papel es a veces "un alma de doble filo, pues lo escucho todo y no puedo opinar, ni gesticular". Lo hizo ayer, ya sobre las tablas, en la escenografía que sitúa a estos personajes en un ático -"como el de Rouco Varela, pero en Cádiz"- con vistas a la Torre Tavira y rezando su particular credo. El que marca el sello OBDC.

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