homenaje a paco alba

José Rodríguez, Chatín, acompañó a Paco Alba en 'Los pajeros' y en Madrid con 'La viudita naviera'La comparsa irrumpe oficialmente en el concurso del Falla

José Rodríguez Hurtado, Chatín, era entonces "casi un chavalito", que había cantado en varios coros, pero nunca en comparsas ni chirigotas, cuando unos amigos de Paco Alba lo llevaron a la tienda de Los Pabellones, donde él paraba y lo fichó para la que sería su primera comparsa.

Cuenta Chatín que al principio, "cuando nos contó la idea de 'Los pajeros', nos reímos, creímos que no iba en serio, porque no le encontrábamos el sentido al tipo. Fue entonces cuando nos trajo el libro de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo, nos explicó de qué trataba y nos dijo que lo leyéramos". El jurado del concurso del Falla instituyó oficialmente ese año la nueva categoría de comparsa, que designaba al tipo de agrupación que Paco Alba, sin proponérselo exactamente, había creado.

El propio Paco resumía años después en una entrevista, quizá con excesiva modestia, esta aportación suya al Carnaval gaditano, en cuya historia marcó una línea entre el antes y el después de su irrupción en ella. "Mi intención -decía Paco- era la chirigota, pero debido a que consideraron que mi estilo era un poco más refinado, optaron por distinguirla y nombrarla comparsa". 'Los pajeros', obviamente, consiguieron ese año el primer premio del nuevo tipo de agrupación, seguidos de 'Los pajareros' y 'Los cumplíos', otorgándose el primer premio provincial a la comparsa de El Puerto de Santa María.

Paco Alba colaboró ese año también en la música de la chirigota 'Los del tic', que tuvieron mala fortuna, al ser descalificados por entender el jurado que era ofensiva para las personas afectadas por esa enfermedad nerviosa.

'Los pajeros' iban acompañados en todas sus actuaciones, incluidas las del Falla, por un burrito pequeño, el protagonista de muchas de sus coplas. Hubo días en que alojar al animalito fue todo un problema, hasta el punto de que Lolo Márquez, otro de los componentes de la agrupación, tuvo que llevárselo un día a dormir a su casa, una "asesoría" de 20 metros cuadrados, donde vivía con su mujer y cuatro hijos. Al recordar esta "aventura", Lolo comentaba que "con razón mi mujer no puede ver el Carnaval".

Chatín, también miembro de la Antología que mantiene vivas las coplas que cantara en su día con Paco Alba, lo define como "una persona muy inteligente: al hablar de Carnaval, a él hay que dejarlo aparte. Era capaz de hacer que una comparsa sonara a la perfección y sin necesidad de chillar, no lo soportaba".

A partir de 'Los Sarracenos' las agrupaciones de Paco cantaban ya a tres voces, pero Chatín recuerda que, a veces, cuando los contraaltos elevaban el tono Paco decía enfadado: "¡Voy a quitar los contraaltos y se van a quedar sólo los tenores y los segundas!".

Por aquel entonces Paco Alba estaba formando ya, sin saberlo, el grupo que, tres años después, con 'Los corrusquillos', se consolidaría y lo acompañaría siempre. "Se pensaba mucho la gente que elegía, pero podía escoger porque nadie le decía que no. "Después -puntualiza Chatín- era el centro de atención cuando actuábamos, a pesar de que otros éramos más jóvenes, más altos..., pero él tenía una forma de accionar, de moverse, de mirar, una anogancia en los escenarios, que acababa eclipsándonos a todos".

Sin embargo, en la calle, "de particular", se transformaba en una persona tremendamente tímida que, señala Chatín, "sólo dio en su vida una charla. sobre Carnaval, en la parroquia de La Pastora, que lo llevó Jesús del Río".

Ese verano vino a Cádiz el maestro Daniel Montorio para escucharles, ya que estaban preparando el montaje de la obra de Pemán La viudita naviera. "Cantamos para él -recuerda Chatín- en el colegio de Arbolí y se llevó el material grabado".

En las reuniones preparatorias el maestro Montorio dejó claro que la agrupación cantaría letras escritas por Pemán y que él compondría la música. Eso fue algo que molestó a algunos miembros de la comparsa, como Lolo Márquez, que no quiso participar en el proyecto, porque le parecía un desaire a Paco Alba, que se limitó a hacer algunos arreglos de lo que cantaría después con su agrupación.

Paco y su grupo viajaron a Madrid, donde permanecieron seis meses representando la obra en el Teatro Reina Victoria y posteriormente realizaron una gira por toda España, aunque algunos regresaron a Cádiz, entre ellos Paco Alba y Chatín, que tenía aquí un compromiso mayor: casarse.

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