dos décadas de una comparsa histórica

Diario de un pirata

  • El 4 de febrero de 1998, la comparsa de Martínez Ares 'Los Piratas' se estrenó en el Concurso. Esta es la historia de cómo se concibió, de los meses previos a ese día y de cómo vivimos un certamen apasionante

'Los Piratas' actuando en la preselección del COAC 1998.

'Los Piratas' actuando en la preselección del COAC 1998. / joaquín pino

En el verano de 1997, los fogoneros, cansados de echar carbón por toda Andalucía, buscaban nuevos retos, un tipo agradecido y cómodo -sobre todo después de la experiencia de 'La Trinchera'- con el que intentar recuperar el cetro perdido. Aún no lo sabíamos, pero en aquel agosto de calor pegajoso, que incluso se hacía notar en la nevera de la calle La Línea de la Concepción donde ensayábamos, empezaba a gestarse una de las comparsas más célebres de la historia reciente del Carnaval, una de esas agrupaciones que resiste el paso del tiempo y que veinte años después conserva para los aficionados muchas de las virtudes que la hicieron grande. Esta es la historia de aquel tiempo tal y como lo recuerdo. Unos recuerdos grabados a fuego en la memoria de uno de aquellos 18 piratas.

Agosto

¿Os marcháis? Pero... yo creía que lo nuestro era para siempre. Mientras la pirata Morgan, una traviesa Geena Davis, huye de la enésima emboscada de los soldados de su graciosa Majestad del Imperio Británico, una bella playa se abre ante los pasos de un brioso corcel. Al fondo, una lengua de arena, una barca varada, más allá, una nave pirata con su tripulación de zarrapastrosos esperando a su capitana... Así arranca 'La isla de las cabezas cortadas'. Ninguno de los fogoneros habíamos visto la película en el cine, pero aquel viernes en que Canal+ la estrenó varios, por separado, tuvimos la misma sensación: de esos piratas dispares que buscaban un tesoro legendario se podía crear una buena comparsa.

¿Viste la película del viernes Largo? ¿La de piratas? ¡¿Qué buena, no?! Peaso comparsa sale de ahí... ¿Cada tío disfrazado de una cosa? No sé yo -tercia Ángel-. Pa ganar en el Falla hay que ir todos vestidos igual. 'Nos quedamos de piedra' lo hizo. Sí, pero todos llevaban un tipo homogéneo.

Antonio no ha visto la película. Ángel tampoco. Se acabó la charla. Al videoclub. Rápido. Aquel lunes nos fuimos rumiando que quizá esa idea, ese disfraz soñado por niños aventureros de todas las edades, podía darnos la posibilidad de disfrutar cantando a nuestra isla bonita. 'La Isla del Tesoro' sería el nombre perfecto para la comparsa, piensa en voz alta Antonio, cada vez más cautivado con una idea que va tomando forma en su mente. Ese nombre ya lo ha sacado Bustelo. Miguel El Manta lo advierte, así que descartado. ¿Y si le pusiéramos Piratas?, como la película de Polanski, así, sin artículo, comento. Ya está el pedantito picha. Pues es directo, tiene fuerza. Pues a mí ese tipo me parece que está bien para juveniles, pero no para una comparsa de adultos. Enga ya José Luis, si se hace bien resultará. La clave es hacer algo que guste tanto a los niños como a los padres, como pasó con 'El Brujo'.

Septiembre

A la semana siguiente, José Luis nos dice que ha estado en casa del Barba y que ha visto su cuaderno lleno de anotaciones, un diccionario marinero en chiquitito. Este lo ve, os lo digo, lo tiene claro, que si bajel, que si Neptuno, jarcias, ron, botín, babor, estribor, vigía, mapa, bucanero, barlovento... ¿Yo qué sé? O sea, que vamos dejándonos las barbas ¿no? Tú puedes ir dejándote los cuernos. Los tuyos oreja. Ea...ya están estos dos, callarse oé que parecéis los Róper, tol día peleando. Pero ¿tú ha visto como viene vestío? ¿Dónde ta comprao la ropa, en María Arteaga? Jajajaja.... Un ensayo no es un ensayo si José Luis y Mariano no se pelean. Aún hoy, 20 años después, un ensayo no es un ensayo si José Luis y Mariano no se pelean. Amor puro, del bueno, del que dura más allá de premios y carnavales.

No hay más que hablar. Iremos de piratas y nos llamaremos tal cual, Piratas. La gente se va a creer que vamos de políticos. Que se crean lo que quieran. Callaítos estamos más guapos. No soltad prenda de momento.

La bajada de temperaturas nos trae como regalo un pasodoble. Nos reunimos en el Club Caleta, rodeados de piraguas apiladas. Una superstición más. Los pasodobles se estrenan allí, no en el local de ensayo. Antonio carraspea, agarra su guitarra con dulzura y consuma uno de los rituales más bellos y esperados. Cuando acaba de cantarnos aquel maravilloso Casi estaba amaneciendo todos nos miramos embelesados y Ángel sentencia con una frase que, no por repetida, deja de motivarnos. Con este pasodoble no nos gana ni la caridad.

Octubre

Antonio está pletórico. Todos lo estamos. Ángel ha empezado a darle vueltas al tipo en su cabeza. Nos mira a diario por separado, con los ojos entrecerrados y las aletas de la nariz dilatadas. De repente un día se suelta. Tú con pañuelo, tú de contramaestre Paquito, con una casaca, Mariano tú te rapas los cuatro pelos que te quedan y te pones un parche en el ojo, Seluí, tú de John Silver El Largo, con su muleta y to, déjate el pelo largo, Nandi tú con los brazos fuera que estás fuerte, caja y bombo con sombreros de paja, Manta, tú, por gruñón, con un gorro de lana. ¿Yo por qué? Porque sí picha, porque sí... Y así, uno por uno, el capitán asigna el papel de cada miembro de su tripulación.

Antonio ha traído varios pasodobles. Uno de ellos, bellísimo, titulado Azulejos holandeses, con palabras encadenadas, se lo hemos echado para atrás. Las cosas de este grupo, exigente hasta la desesperación. Una bendición y una condena para cualquier autor. Po nada, que os den. Id ensayando lo que hay. Antonio guarda su guitarra y enfila hacia el Nissan Micra gris que tiene aparcado en la puerta de la nave. Venía ilusionado. Se va disgustado. Se le pasará. Es un pedazo de pasodoble, pero luego esos pasodobles igual no puntúan tanto. Y a nosotros nos exigen más que a nadie, ya lo sabemos. Ea, po vamo a darle. Sois mu exigentes con el Niño puñetas. Aro Piru, tenemos que serlo si queremos pelear por seguir ahí. El pobre, con lo ilusionado que venía. Seguro que el siguiente que trae es mejor. Chicuelo ponme una cervecita. Póntela tú con los... eaaaaaa... ya está Chato. Estáis todos obsoletos... jajajaa. A Chicuelo le encanta esa palabra: obsoleto. La dice y se le llena la boca mientras se ríe y sus ojos se convierten en dos líneas oscuras casi imperceptibles. Al Piru también le pasa eso, lo de llenarse la boca digo, pero en este caso de orgullo cuando habla del Niño, cuando lo defiende con uñas y dientes en la Primavera o en la peña Nuestra Andalucía de los ataques de los puristas con ganas de chincharlo, de los envidiosos que no digieren bien los éxitos y el interés que la comparsa despierta en Cádiz y más allá de Cortadura. También le ocurre cuando nombra a sus otros niños, Edu, el más mejón, Carli el que mejó canta en Cadi, Ángel, su ojito derecho, casi un hijo, Fernandi, el único al que le consiente pronunciar la palabra impronunciable. El Piru también tiene una debilidad, pero a la inversa: Miguel El Búho, el encargado de afinar la comparsa, el punteao y un músico brillante. Migué pisha has montado la cuarteta y ya no se parece a la que ha traído el Niño, con lo bonita que era. ¿Cómo que no Piru, tú que sabe? No, no, yo no sé, tú ere el que sabe. Enga ya Piru oé... Había una vez....tatatatatatatam... un Piruuuu... Y Miguel coge su guitarra y toca la sintonía del Circo de los Payasos, y movemos las piernas al compás cuales Milikis agarrados por la cintura muertos de risa, mientras el Piru se hace el enfadado y silba entre dientes. Pero nos quiere. Y nosotros lo adoramos.

Noviembre

Al contrario de lo que nos ocurre siempre, este año vamos adelantados. Tenemos varios pasodobles, entre ellos uno que Antonio ha dedicado al nacimiento de su primer hijo, Álvaro. Me canta hasta el trío sentados los dos en una mesa del Liba, con una ensaladilla delante. ¿Lo sigo? ¿No lo vas a seguir, cojones? Carnecita de gallina tengo yo. Ni nos lo creemos pero tenemos el popurrí medio montado. Antonio ha hecho varias cuartetas originales, una del manifiesto pirata, otra de un temporal, además arrancamos con una canción de Javier Ruibal, Tabaco y tinto de verano, que ha sugerido el Búho, también hemos metido el clásico Fina estampa de María Dolores Pradera y un tema golfo de Sabina, que cantamos haciéndonos los borrachos. Marrrría Encarrrrnación... la mulatitaaaa... la conocí en La Haaaabana en la Boooodeguitaaa...Todo marcha en el bajel pirata, aunque noviembre es el mes de las dudas. Llegan los primeros resfriados, el frío, la noche cae pronto y oscura en la Zona Franca. Deberíamos concursar como comparsa provincial..., no está lejos esto carajo. Y noviembre también trae las primeras broncas. Empezamos a cantar hacia delante. A alguno le cuesta eso de interpretar, que si el juramento, que si la borrachera... Como no os lo creáis, mal vamos. No os pido que seáis la chirigota del Selu joé, pero un poquito más de gracia hijo... qué parecéis piratas de Bahía Blanca. Antonio tiene razón. Nos cuesta. Antonio es que yo lo veo un poquito ridículo. Venga ya hombre, ridículo ni ridículo. Cuando estéis vestidos de piratas con un barco detrás no lo veréis ridículo. Porque hemos decidido llevar un barco al Falla. Un galeón pirata encallado, con sus velas rotas desparramadas por el escenario. El Barba no para de ver películas de bucaneros. Con Hook, la versión que Spielberg hace del clásico Peter Pan, se le queda en la retina el mascarón de proa con forma de calavera del navío de Garfio. Antonio y Ricardo, nuestros ángeles de la guarda de RAS, le dan forma. La imagen impone. También ha habido otro cambio. Cantando en Alcalá de Guadaíra con 'El vapor', Manolo Casal nos ha convencido de que es una tontería no ponerle el artículo delante al nombre de la comparsa. Si todo el mundo os va a llamar 'Los Piratas', ¿por qué no se lo ponéis ya? Le hacemos caso. La comparsa se inscribe como 'Los Piratas'.

Diciembre

No terminamos de verlo. No vemos el popurrí. Problemón. Como vamos bien de tiempo, por primera vez, el 6 de diciembre decidimos abrir las puertas del ensayo a algunos amigos y familiares. Queremos ver su reacción. Caras largas. Cuando se van se nos viene el mundo encima. Nos sentamos en círculo. Mariano repiquetea los dedos en sus dientes mientras se rasca la cabeza. Rocky está serio. Y Ricardo, y Pepe, Paco el Caja, Edu, José el Fuerte... Hay un silencio que rompe Ángel. Antonio el popurrí no llega. ¿Y qué hacemos? José Luis, pieza clave en la tripulación y hombre de confianza de Antonio, gran apoyo a la hora de encerrarse en su casa con un cargamento de café y acompañarle con la dura tarea de los cuplés, le pide al Barba un lenguaje más piratesco. ¿Qué quieres que diga? ¿Me cago en las cucarachas negras? No Antonio, pero tampoco podemos ser piratas hablando como Lorca. Al final empezamos a intentar recomponer el rompecabezas en que se ha convertido una de las piezas claves del repertorio. Nos cargamos la primera cuarteta y arrancamos con la del manifiesto, luego ponemos la del temporal. Ya, pero la de borrachos... ¿Por qué no haces tú una Antonio? Joé, pa una vez que vamos bien de tiempo... Por eso mismo, podemos cambiarlo y empezar de nuevo. Y Antonio se pone manos a la obra. Desaparece durante días, se mantiene a base de café, apenas duerme, pero a la semana siguiente logra traer dos cuartetas. Ha cambiado la de María Dolores Pradera por una propia... Cádiz desde alta mar qué bonita eres... y la de Sabina por otra que relata el romance de la mulata Ana María con el pirata tuerto. Así las cosas sólo queda una cuarteta no original. Ángel lo ve antes que nadie. Antonio, y ¿por qué no haces un popurrí entero original?, sólo te queda una cuarteta, quita el tanguillo que llevamos y haz tú uno. ¿O una rumba? O una rumba, pero tuya. Así nació el primer popurrí completamente original de la historia del Carnaval de Cádiz, abriendo un camino que luego han seguido otros muchos autores.

Diciembre aún nos depara otra sorpresita. El sorteo del Concurso nos empareja con 'Patiovecino', la comparsa de Antonio Martín, que defiende el primer premio obtenido con 'Los buscavidas'. Debutaremos el 4 de febrero, compartiendo cartel con el maestro. Más morbo imposible. Los dos primeros premios de comparsas de los dos últimos años enfrentados en preliminares.

Enero

El nuevo popurrí nos encanta. Antonio ha traído varios pasodobles impresionantes, uno a los 20 años de la muerte de Caparrós espectacular, otro de una historia de amor entre un pirata y una jovencita, muy loca, que le roba el corazón. Además ha hecho una letra con motivo del duelo de comparsas con Martín, dando caña también a los que piensan que la chirigota es la reina de la fiesta, olvidando las pasiones que despierta la modalidad que inventara Paco Alba. Decidimos no cantar el pasodoble de medida, aunque nos parece maravilloso. Los cuplés van llegando y un día aparece el estribillo, que nos enamora desde la primera vez que lo oímos. Si con 'El vapor' hizo como tres o cuatro, para todos los gustos, antes de decidirnos por uno, esta vez es redondo desde el primer momento que lo oímos. Cuatro pasos hacia el Sur, la calzá de los romanos... No nos cansamos de cantarlo. Es pegadizo. Se quedará pa los restos. Tenemos ganas de que empiece el Concurso. Hemos cesado las actuaciones con 'El vapor' para centrarnos en lo que tenemos entre manos. Llega el día de hacer las pruebas de maquillaje y probarnos. Nos hemos dejado barbas, algunos, como en mi caso, una gran perilla que me coge casi toda la cara. A Rocky le han salido tres o cuatro pelos que hacen una minicompetición particular para ver cuál llega antes a los dos centímetros de largo. Vaya pirata de mierda estás hecho gitano. Pepe ¿tú te quitarás las gafas pa cantar, no? ¿Los piratas no llevan gafas o qué cabrones? No, picha, llevan catalejos. Jose el Fuerte decide cantar a pecho descubierto. En un principio iba a salir a cantar con una camisa y los pantalones remangados a rayas, como los míos, pero decidimos que salga marcando musculitos, así que empieza a prepararse como si fuera a participar en un campeonato de fisioculturismo. Venga arroz blanco y venga tortillas de claras de huevo en el ensayo. Esto más que un ensayo parece el Puerta del Mar oé. Si lo llego a saber me quedo con la chirigota del Noly. Chari, la madre de Carli y Edu, tiene los tipos prácticamente cosidos. De los sombreros y demás accesorios se encarga Ras. Mi madre nos compra en Maype las monedas, de chocolate, para el cofre del tesoro y nos hace a unos cuantos pendientes con unas argollas doradas de plástico sacadas del collar de un perro de peluche que se trajo de Canarias siendo una mocita. Ya estamos ahí. Por fin. Se nos acaba el mar, Falla a la vista.

Mañana, la segunda parte de en 'Diario de Cádiz'

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