historia del carnaval gaditano

Accame, artista del pueblo

  • El día 9 de febrero se inaugura en el ECCO una exposición sobre los trabajos del más influyente autor y constructor de exornos de las fiestas gaditanas, Antonio Accame, que se podrá visitar hasta mayo

Fotografía de Jesús Marín de un boceto del Archivo Histórico Municipal.

Fotografía de Jesús Marín de un boceto del Archivo Histórico Municipal.

Busto de Accame de Rafael Parodi Busto de Accame de Rafael Parodi

Busto de Accame de Rafael Parodi

La sombrilla gigante, la caseta china, el jarrón de lirios... Pocas veces lució la plaza de San Antonio más coqueta que en los años, cerca de medio siglo, que Antonio Accame puso su cabeza de artista y sus manos de artesano al servicio del Carnaval de Cádiz. Del Carnaval y de todas las fiestas cíclicas y no cíclicas de una ciudad que fue vestida a la medida por el diseñador más influyente de su época. Introductor del modernismo en este rincón del sur, profesor de Dibujo Artístico de la escuela de Bellas Artes y uno de los pocos referentes españoles de arquitectura efímera de principios de siglo, Antonio Accame (1869-1952) vuelve a la vida en una exposición en el Espacio de Culturas Contemporáneas (ECCO) que se inaugura el día de la Gran Final, el 9 de febrero.

Javier Fernández Reina y Mari Carmen Gómez, director y técnico del Archivo Histórico Municipal, respectivamente, son los artífices de esta muestra que tiene su génesis en "la generosa donación" que las nietas de Antonio Accame ( María del Carmen y María Victoria Accame) hicieron de su legado al Ayuntamiento de Cádiz en 2003. Un material que hoy nos enseñan antes de prepararlo para la exposición.

En la inauguración se interpretará el tango al artista del coro 'Los cantores del pueblo'

"En estos años parte de ese fondo ha estado en el Museo Municipal, otra parte en el Archivo, en algunas dependencias municipales pero últimamente hemos unificado aquí en el Archivo todo el fondo documental y lo hemos estado estudiando. Así, cuando hemos visto lo que teníamos hemos pensado que merecía la pena mostrarlo al público porque Antonio Accame es una figura importante en la ciudad como autor de arquitecturas efímeras durante medio siglo", explica el director del Archivo que recuerda que en 1996 se pudieron ver algunos bocetos del autor en una muestra El Palillero y que en 2016 en la gran muestra Intermedios en Madrid también se exhibieron algunos de los dibujos de los exornos realizados por el gaditano como única muestra de arquitectura efímera en ese periodo en España. "Fue una oportunidad de empezar a reconocer el interés que suscita la obra del artista en este campo", explica Fernández apuntando que Mari Carmen Gómez fue una de las personas implicadas en esta exposición "y la gran culpable de que se haya realizado la muestra en Cádiz", le reconoce.

Una exposición centrada principalmente en los bocetos -unos 90- de los grandes exornos que Accame diseñaba y construía para las fiestas gaditanas, el Carnaval, principalmente, pero también para el Corpus, para la Velada de los Ángeles, para Semana Santa... Pero que además se complementa con fotografías de la época de cómo quedaron esos exornos en la calle una vez construidos, con fotografías realizadas por el propio Accame que también "hizo sus pinitos" en esta disciplina, con retratos del autor (uno de ellos pintado por su gran amigo y colaborador, el artista Federico Godoy), con dibujos y retratos realizados por el propio Accame, con objetos personales como su maletín de pinturas y algunos instrumentos que utilizaba para realizar sus obras y con algunos de los complementos y aderezos que se conservan de dos de las chicas que se subían a las carrozas construidas por Accame.

"Accame, desde el punto de vista artístico, realizaba unos exornos de una gran calidad porque los construía bien pero también porque tenía capacidad de dibujo, como se verá en la muestra donde se mostrarán otras facetas de su obra como los dibujos y retratos hechos por él, porque era un buen retratista que incluso pintó a Alfonso XIII y a las infantas", cuentan Fernández y Gómez que, además, destacan que junto a esa faceta artística, Accame también "conocía muy bien" el trabajo artesanal, la construcción de este tipo de obras.

Sabía elegir el material (el bambú lo utilizó mucho por su ligereza y resistencia), organizar el trabajo y contratar al personal. "Controlaba todas las etapas de los proyectos. Era un artista total, desde el dibujo a la pintura, hasta la elección del material, la organización y la dirección la llevaba él".

Así, un aspecto que destacan los organizadores de la muestra es que Accame se prodigaba en "ciertas prácticas sostenibles" como el reciclaje de sus construcciones y la reutilización "para abaratar costos y ahorrar materiales" de manera sistemática. "Todos los años iba al depósito municipal para ver qué se podía recuperar del año anterior o años anteriores", apunta Gómez. Así , farolillos que un año se ponían en San Antonio al siguiente se colocaban en calle Nueva, o el elefante de la carroza del año 1929 se utilizó para el exorno del tablao de San Antonio en el 36.

Y es que otra de las grandes bazas de Accame fue el "largo periodo temporal "en el que actuó. 50 años. Así, sus primeras obras son de principios del siglo XX (parece que comienza en 1902 para la Velada de los Ángeles) y no dejó de trabajar para las fiestas hasta casi su muerte en 1952.

Fue en 1907 cuando comienza a trabajar en los adornos de Carnaval, y por todo lo alto, con la celebrada Sombrilla en San Antonio, que repitió al año siguiente pero cambiándole el color. San Antonio, calle Ancha y calle Nueva fueron los escenarios para sus diseños carnavaleros -el Parque Genovés para la Velada y San Juan de Dios para el Corpus- donde tuvo la colaboración mano a mano de su amigo Federico Godoy, al que conocería en la Escuela de Bellas Artes y con el que le unió una profunda amistad que duró toda una vida. De hecho, "tenían como su mundo aparte en el que se comunicaban por lenguaje de signos ya que Godoy era sordomudo y Accame se quedó sordo muy joven", explican.

Accame trabajó también otras conmemoraciones (el aniversario de la República, el centenario de 1912...), para distintas fiestas de la provincia e incluso para la conmemoración en Gibraltar de la coronación de Jorge V en 1911.

Todo un referente para nuestro Carnaval y para nuestra ciudad a la que engalanó como nadie.

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