Fútbol l Segunda División A

La sesión más dura de Lobos

  • El argentino se despidió en el vestuario y su ausencia se dejó notar en el viaje

El día de ayer no fue uno más para la plantilla cadista. Lucas Lobos acudía como cada jornada a las instalaciones de El Rosal, pero en este caso era para realizar su último entrenamiento como jugador del Cádiz. El ambiente era diferente y por eso el argentino tomó la palabra dentro del vestuario antes de la sesión de trabajo para agradecer a sus compañeros, técnicos y demás colaboradores el trato recibido en sus dos años en Cádiz y para desear lo mejor al equipo en lo que queda de temporada.

Realizó el entrenamiento como uno más y, tras recoger sus pertenencias, se marchó definitivamente. Atendió a unos aficionados que habían acudido a El Rosal antes de tomar unos días de vacaciones. Posteriormente se incorporará a la disciplina del Tigres de Monterrey.

En la expedición cadista se notó su ausencia. Los jugadores partieron desde el aeropuerto de Jerez rumbo a Barcelona y había más seriedad que de costumbre, sobre todo entre los sudamericanos de la plantilla. "Nos da mucha pena, pero si es lo mejor para él, nos alegramos", comentaba Vella. Será con el paso de las semanas cuando se normalice una situación que ayer todavía se hacía extraña para el grupo porque Lobos era uno de los animadores de cada viaje.

Según la prensa mexicana, la operación puede haberse cerrado en 2.800.000 dólares y el jugadores manifestaba cómo se sentía: "Me voy muy contento de aquí, la verdad que a la vez triste porque dejo mucha gente que me quiere, que siempre acá me mostró su cariño desde el primer momento, y uno siempre debe estar agradecido a eso, pero creo que este cambio es bueno para todos, y así lo quiero ver".

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