Lo importante era ganar y el Cádiz lo consiguió. Sin alardes pese a la aparente holgura de un 3-0 engañoso. No fue hasta la segunda parte cuando doblegó a un rival que con el 0-0 había sido superior y al que rompió su buena racha con un castigo que resultó excesivo. Un dudoso penalti a los pocos minutos de la reanudación facilitó una victoria que, además de tres puntos, aporta una dosis de calma después de la crisis desatada tras las dos derrotas seguidas. El equipo reaccionó con un triunfo pero no hizo desaparecer todas las dudas generadas en las últimas dos semanas. Pero el fútbol vive de los resultados y el Cádiz sofocó el incendio con tres goles que evitaron el cajozano el sábado de Carnaval.

La principal novedad fue la presencia de Carlos Calvo de inicio en la banda izquierda. El madrileño debutó  como cadista en un encuentro de vitral importancia. Servando volvió a la titularidad en detrimento de Aridane, que perdió su sitio en el once después de varias semanas. El resto, lo esperado, con el regreso de Lolo Plá y Dani Güiza tras cumplir un partido de sanción.

El Cádiz dominó con claridad en el arranque. Era un dominio ficticio, sin profundidad, sin llegar a hacer daño ante un rival bien pertrechado en su terreno y con buen trato de balón. Nadie tiraba a puerta en unos primeros minutos de tanteo estériles. Los locales como mucho conseguían meter un par de centros al área sin el más mínimo peligro. 

Fueron los malagueños los que se atrevieron en el minuto 8 con un disparo de Añón, solo dentro del área, que se marchó fuera muy cerca de un poste. Los amarillos empezaban a mostrar síntomas de fragilidad   cuando no tenían la posesión de la pelota y los visitantes avisaban de que habían comparecido con la ambición de sumar algo más que un empate.

El bloqueo en ataque era una evidencia pasado el cuarto de hora inicial. Los hombres de Claudio no eran capaces de hilvanar más de dos pases seguidos hasta que por fin, en el minuto 17, una combinación entre Lolo Plá y Dani Güiza -la única en 45 minutos- propició el primer lanzamiento entre los palos. El tiro del jerezano desde la frontal murió sin fuerza en las manos de Quique.

De nuevo apareció Añón en el 21 para firmar un remate, tras saque de esquina, que hubiera acabado en gol de no haber aparecido la mano salvadora de Alberto Cifuentes. La mala defensa de una acción de estrategia estaba a punto de costarle un disgusto a los locales.

El Cádiz no terminaba de entrar en el partido. Lento, sin ideas, anulado por la presión del oponente, cada vez más alejado del área contraria, abocado a una jugada aislada o al recurso del balón parado, que tampoco salía bien. La primera ocasión de verdad tardó en llegar nada menos que 29 minutos, cuando Lolo Plá casi empujaba en boca de gol un servicio de Salvi. En el 33, otro intento del extremeño, a centro de Andrés Sánchez, se estrellaba contra un zaguero. Eran los momentos de mayor asedio de un equipo que parecía despertar. Un minuto después era Servando el que veía cerca el gol con un remate -tras una falta- atrapado por el cancerbero.

Poco duraba el acecho de un equipo que no ofrecía casi nada, por no decir nada, y tiraba la primera mitad a la basura ante el enfado de una afición que silbó con fuerza al descanso. El centro del campo naufragaba, la conexión en ataque brillaba por su ausencia y el Marbella se sentía cómodo. Mal panorama que debía dar un giro de 180 grados en la segunda parte.

El Cádiz caminaba en la reanudación por los mismos derroteros que en el primer acto hasta que en el minuto 50 se produjo un de esas acciones consideradas claves en un partido. Salvi centró desde la derecha al interior del área, el balón rebotó en Álex Herrera y el árbitro, por indicación de auxiliar, señaló con su dedo índice el punto de penalti por una presunta mano del jugador. Pena máxima muy dudosa que Dani Güiza se encargó de transformar con un fuerte lanzamiento raso que hizo inútil la estirada de Quique. Los amarillos, sin haber acumulado méritos, se encontraban con un marcador ventajoso y  toda la segunda parte por delante.

El 1-0 varió el guión por completo. El Marbella se fue arriba con todo y el Cádiz dio un paso atrás para guarecerse en su campo a la espera de la contra. En el 61 a punto estuvieron de empatar los costasoleños, pero ni Mikel ni Añón alcanzaron la pelota por escasos centímetros cuando estaba solos delante del portero.

Claudio apostaba por la velocidad de Álvaro García, sustituto de un voluntarioso pero poco atinado Carlos Calvo. Los locales necesitaban otro tanto para asegurar los tres puntos y no tardaron en conseguirlo, de nuevo a balón parado. En el 65, David Sánchez sacó de esquina y puso el cuero perfecto para Servando, que sin ninguna oposición cabeceó con fuerza al fondo de la portería.

Con 2-0 a falta de 25 minutos, el encuentro estaba encarrilado aunque el Marbella no estaba dispuesto a entregarse antes de tiempo.

Güiza dejó su sitio a Fran Machado en busca de frescura en el último cuarto de hora. No sufrieron los anfitriones en la recta final. Todo lo contrario. Sentenciaron en el 78 con el tercero de la tarde, obra de Andrés Sánchez. El murciano, incorporado al ataque, culminó  una gran acción ofensiva aunque el gol llegó el tercer remate tras los fallidos de Salvi y Fran Machado.

Con todo más que resuelto, el Marbella quiso maquillar el marcador pero un disparo colocado de Sergio Narváez se topó con un inspirado Alberto Cifuentes, siempre atento.

Los pitos que habían brotado al descanso en la grada se transformaron en aplausos. El Cádiz gana y vuelve la necesaria tranquilidad. Al menos durante una semana.

Ficha técnica:

3  - Cádiz: Cifuentes, Juanjo, Servando, Migue, Andrés, David Sánchez, Abel Gómez, Salvi, Lolo Plá (Despotovic, 82'), Calvo (Álvaro, 62') y Güiza (Fran Machado, 74').

0 - Marbella: Quique, Gabi Ramos, Marcos (Apoño, 71'), Edy, Serio Rodríguez, Borja, Óscar, Añón, Narváez, Álex Herrera (Ocaña, 62') y Emilio (Mikel Orbegozo, 55').

Goles: 1-0, m. 54: Güiza del penalti; 2-0, m.66: Servando de cabeza. (66'); 3-0, m.78: Andrés.

Árbitro: Pedro Eugenio Muñoz Piedra (colegio madrileño). Amonestó a David Sánchez, Álex Herrera, Andrés Sánchez, Quique, Añón

Incidencias: Unos 7.000 espectadores en el estadio Ramón de Carranza.