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La primera de las finales, en el bolsillo

  • El San Fernando consigue una gran victoria ante el Granada B y sale de nuevo de los puestos de descenso Germán, a la salida de un córner, le da tres puntos de oro a un equipo que se muestra superior a su rival

Árbitro: De la Fuente Ramos (castellano-manchego). Mal. Se comió de manera escandalosa un penalti sobre Molinero en el 32' y no estuvo acertado en mucha de sus decisiones.

tarjetas: Amarillas Sulayman (50'), Ocaña (54'), Masegosa, entrenador del San Fernando, (64'), Luis Lozano (88') y David Valle (92').

gol: 1-0 (71') Germán remata viniendo desde atrás con la pierna derecha un córner botado por Abel Molinero.

incidencias: Unos 3.000 espectadores en el Iberoamericano. Antes del comienzo del encuentro se le hizo un homenaje al que fuese portero del ascenso del desaparecido CD San Fernando en la temporada 1953/54, Ángel Ruiz. Se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de la mujer del delegado Santos Bonet.

La primera de las finales, en el bolsillo. Ya, a estas alturas, da igual si juega bien ó mal, si lo hace bonito ó práctico, si está acertado ó no. Ya lo importante es ganar, aunque sea de penalti injusto en el último minuto. El San Fernando tiene que aferrarse a sí mismo y sumar de tres en tres.

Pero si de algo vale, ayer se ganó con justicia, ayer se ganó por ser mejor que el contrario, y se ganó porque el San Fernando se sigue agarrando a todo, y así lleva ya dos temporadas, para ver cumplido sus objetivos.

Una semana se pierde, habitualmente fuera de casa, y te metes en descenso, y a la siguiente ganas y sales del pozo. Por ello, y por una simple regla de tres, la semana que se consiga sumar consecutivamente, se habrá ganado un tanto por ciento muy alto de lograr la permanencia.

De momento, vale con lo que se hace en casa y el Granada B sufrió en sus carnes la necesidad de un San Fernando herido en su orgullo tras la debacle de Sanlúcar.

Por eso, los isleños no dudaron ni un segundo, salieron a por todas. Masegosa volvió a buscar dentro de su baúl, volvió a volverse loco buscando soluciones. Y puso a Eder de lateral izquierdo, y a Iván Guerrero lo desplazó del centro del campo para ocupar el lateral derecho, y puso a Pelegrina en lugar de Sambruno y volvió a darle a Paco Borrego la salida del cuero desde atrás.

Todo eso en defensa. En el centro del campo también hizo su revolución particular. En él, puso a Germán, impresionante su momento de forma, por delante de la defensa, y por delante de éste, a Jorge Herrero y a Ocaña. Todo esto por primera vez esta temporada.

Las bandas parecen que son las que más quebraderos de cabeza le produce al sevillano y si Abel Molinero es fijo, la otra es un galimatías. Ayer le tocó a Ernesto, pero tampoco estuvo afortunado. Arriba, el único que tiene, Adrián Gallardo.

Así, a los tres minutos ya pudo sentenciar. Los granadinos, osados ellos, ponían en liza una adelantada defensa y en eso, un pase al hueco dejaba a Jorge Herrero en solitario, mano a mano, con Cristian. La pena es que fué al centrocampista al que le llegó el cuero y le faltó la precisión necesaria para atinar, para cambiar el curso del partido y para dar toda la tranquilidad a su equipo. Cristian arrebató la posibilidad.

Era un aviso. Los de La Isla no se iban a andar con chiquitas. Solamente los nervios, podrían arrebatar a los de San Fernando lo que era suyo, y esos se traducían en el paso de los minutos.

Los granadinos llegaron por primera vez en el 12'. Y la jugada fue calcada a la del 3', con diferentes protagonistas. Wilson Cuero tuvo un mano a mano con David Valle que el excadista malogró. Ya iban uno a uno en oportunidades, pero en el 20' un remate de Paco Borrego, a la salida de un córner puso el casi gol en las gargantas de una afición que había respondido con su presencia, pero que le faltaba algo para animar sin desmayo.

Con el cero a cero y la sensación de que se podría haber adelantado el cuadro local en el marcador, se llegó al final de una entretenida primera mitad que dio paso a un segundo acto con más ímpetu aún, por parte del equipo de Masegosa.,

Corría el minuto 50 cuando Abel Molinero colocaba el esférico a unos cinco metros de la frontal del área para lanzar una falta directa. El ex del Almería daba majestuosidad y precisión a su disparo sin contar con una mano salvadora de un joven cancerbero que tocaba lo justo para que el cuero se estrellara en la misma cruceta.

Parecía que la suerte le era esquiva a los isleños porque en el 68' Zafra, que sustituyó a Ernesto, se internó en profundidad y dio un pase de la muerte para hacer de nuevo grande a Cristian en su despeje.

Todo funcionaba menos el remate final. Y éste tuvo que llegar a balón parado. El propio Molinero botó un córner que se quedó a media altura para que Germán, casi desde el punto de penalti, rematase junto a todo el estadio a las mallas del equipo de la ciudad de la Alhambra.

Era la justicia convertida en gol, era el tanto del primer paso de la salvación y era la explosión de la afición, el desquite del equipo, la marcha de los nervios y el suspiro del cuerpo técnico.

Tocaba sufrir. Tocaba recordar lo ocurrido hace catorce días ante la Balona y tantos y tantos puntos que han volado esta temporada.

Pero los isleños están aprendiendo hasta eso, a saber sufrir. Prácticamente no se jugaron los 20 minutos que restaban del partido. Si es cierto que los granadinos tuvieron dos ocasiones, pero el disparo de Boateng se fue alto y el remate de Cuero lo sacó con rabia David Valle. No se podía escapar la victoria, porque era el triunfo de la necesidad.

El San Fernando gana la primera de las seis finales que tendrá que disputar hasta que termine la temporada. Los isleños han comenzado su particular play-offs de permanencia de la mejor de las maneras, con tres puntos, con la ilusión intacta y viendo como hoy por hoy, no es equipo de descenso. Todavía no se ha hecho nada, pero por lo menos la victoria deja respirar, y eso es muy importante.

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