Fútbol l Tercera División

La plantilla impide la dimisión de Oliva

  • El técnico se sorprende del apoyo de los jugadores del Arcos, que frenan la marcha del entrenador que los llevó a Tercera

El Arcos sigue viviendo los momentos más críticos desde que el club ascendió a Tercera División. En una tarde cargada de tensión y de emociones a flor de piel, con entradas y salidas continuas del vestuario de jugadores e integrantes del cuerpo técnico y del presidente del club, Francisco Gago, acompañado de su adjunto Antonio Gallardo, la plantilla, en voz de Dani Venegas, emitió un comunicado a los medios en el que expresaba su apoyo incondicional al entrenador: "Con este entrenador vivimos una situación parecida y luego terminamos jugando liguilla de ascenso a Segunda B, circunstancia nunca antes vivida en la historia de este club".

A renglón seguido compareció en la sala de prensa del Antonio Barbadillo el entrenador del Arcos, Ángel Oliva, que manifestó que tras lo ocurrido el pasado domingo y "tras meditarlo y consultarlo con mi familia decidí poner mi cargo a disposición de la junta directiva por la amistad que nos une y que no iba a haber ningún problema a la hora de rescindir mi contrato".

Oliva añadió que "el ambiente que se está viviendo aquí esta temporada no es normal y afecta tanto a mí como a los jugadores y no es el ambiente idóneo para trabajar. En los entrenamientos no hay ningún problema, pero los jugadores lo pasan mal en el campo".

Oliva insistió en que la decisión de dejar al equipo la tenía tomada desde el pasado domingo y que si su marcha servía para que las cosas en el club se calmasen y para que los jugadores estuviesen más tranquilos y trabajase mejor en el campo, que por él no había ningún problema.

"El comunicado de los jugadores es algo que no me esperaba y que también me ha afectado mucho, cosa que les agradezco enormemente y es muy raro encontrar un grupo como este que apoye al entrenador de esta manera. Eso me hace dudar más todavía por la insistencia de los jugadores y de la directiva, lo que quiere decir que hay confianza en el entrenador y que yendo todos juntos podemos arreglar la situación", exponía el ex futbolista.

El técnico aragonés se extrañó bastante del ambiente creado en Arcos, que no recordaba en ningún otro equipo, aun pasando por peores momentos que el Arcos y destacó que "lo que hay que intentar es que esté el que esté es que vuelva la comunión entre la afición y el equipo porque, aunque parezca mentira, la afición no gana los partidos, pero ayuda mucho y en los momentos en los que el equipo flaquea y no está como tiene que estar, su apoyo hace que muchas veces se ganen los partidos".

El técnico del Arcos recalcó que "si la directiva considera que yéndome yo el ambiente se va a calmar y que la comunión entre la afición y el equipo va a volver, independientemente de si el equipo juega mejor o peor, yo me marcho. El equipo en casa está acojonado, no quiere el balón. A las primeras de cambio surgen los reproches y eso afecta a los jugadores más allá de que tengan menos o más experiencia. Agradezco los jugadores el comunicado y se me hace muy difícil dejarles tirados". Tras estas últimas palabras, Ángel Oliva rompió a llorar ante todos los presentes.

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