Víctor Valdés, portero titular del Barcelona, reivindicó ayer la figura de su discutido entrenador, Frank Rijkaard, para quien pidió "más respeto del que se le está teniendo", después de que al holandés se le considere fuera del club por la gran mayoría de las quinielas de futuro.

El guardameta catalán insistió en que el relevo en el banquillo "no está confirmado" y argumentó que no se está valorando el trabajo de Rijkaard, debido a las listas de altas y bajas que aparecen "en los medios y en el entorno".

"Él ha hecho historia aquí", recordó Valdés en referencia a su entrenador, "por eso espero y deseo que siga aquí muchos años más. Es un persona sobradamente cualificada para un club como éste y que además siempre transmite cosas muy positivas".

Valdés, además, reconoció que el Barcelona ha vivido "una temporada de altibajos", pero no de fracaso. "Hemos hecho lo que hemos podido. A veces se gana y ahora nos ha tocado perder, pero salimos con la cabeza bien alta. Por eso creo que la palabra fracaso es muy fuerte. Prefiero quedarme con la palabra decepción", sentenció.

En tiempos de posibles listas de altas y bajas, Valdés se mostró escéptico sobre los teóricos jugadores con el futuro asegurado "porque no hay nadie intocable, seas de casa o de fuera".

El portero del Barcelona no espera el próximo domingo un recibimiento especialmente negativo de la afición del Camp Nou, aunque concedió que cuando hay algo negativo, "es normal que la gente muestre su desacuerdo". "Este año no es que hayamos tenido recibimientos muy buenos, pero nosotros, como jugadores, tenemos que aceptarlo y trabajar para que las cosas vayan mejor", apuntó.

Aunque el director deportivo del club azulgrana, Aitor Txiki Begiristain, apeló a la "falta de concentración" en el trabajo diario del equipo para explicar las razones de la temporada en blanco del Barcelona, Víctor Valdés destacó que la plantilla "siempre ha trabajado con intensidad" pese a vivir en "un ambiente que no era el propicio".