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La misma piedra, idéntico tropiezo

  • Repetición El Cádiz cae de nuevo contra el Conquense Preocupante Al equipo de Gracia le cuesta mucho crear oportunidades y no tiene la efectividad de antes

Será simple casualidad o que tiene algo este Conquense que se le atraganta al Cádiz, pero con la de ayer van tres las derrotas encajadas por los amarillos ante los manchegos. De cuatro derrotas cosechadas en la temporada, tres se han producido contra el mismo rival, un equipo bien armado y ordenado que tiene como gran virtud saber hurgar en lo que peor se le da a los cadistas: el balón parado.

El Cádiz perdió este partido por defender mal la estrategia, por no estar altura en el plano defensivo, pero también porque no fue capaz de aprovechar las ocasiones que disfrutó. No se trata de acordarse de un ausente tras una derrota, pero es evidente que el conjunto gaditano echa tremendamente de menos a Toedtli y no sólo porque es su máximo goleador, sino por los muchos intangibles que aporta dentro del campo. Con él también se han jugado malos partidos, cierto es, pero es palpable que el argentino hace que el Cádiz suba un peldaño en sus prestaciones.

La primera parte no se puede decir que fuera buena en líneas generales, pero el Cádiz dispuso de varias ocasiones para marcar y supo contener a su rival. Los dos equipos se respetaban y el estado del campo tampoco ayudaba para que se viera un buen juego. El Conquense empezaba presionando arriba, pero el Cádiz tocaba con rapidez y sabía salir, aunque después le fallaban ideas para llegar al área local.

Javi Gracia sorprendía dando la titularidad a David García en el lateral izquierdo y a Fran Cortés en el lugar habitual de Carlos. A toro pasado es fácil opinar, pero hay que hacerlo y hay que decir que por mucho empeño que le pone David García para echar una mano en el lateral, su rendimiento sigue sin estar a la altura de lo esperado y tampoco parecía el mejor día para darle protagonismo a Fran, en un campo pesado por la lluvia donde el equipo apostaba en demasiadas ocasiones por el juego directo.

El caso es que, incluso así, el Cádiz podría haberse marchado al descanso ganando porque tuvo oportunidades para ello. López Silva pudo aprovecharse de un fallo defensivo de los locales al filo del primer cuarto de hora, pero su disparo se marchó alto. En ese momento del partido y casi hasta el mismo descanso, el equipo de Gracia creaba cierto peligro en sus llegadas. López Silva con un disparo lejano y Juanma Delgado con un cabezazo estuvieron cerca de marcar, pero la mejor ocasión la tuvo Rubiato, que mandó el balón al palo tras un buen servicio del ex del Orihuela. El delantero no está fino y, por mucho que pelea, el gol se le niega. Hasta el descanso, el local Cristian y Javi Gómez pusieron a prueba a Casilla, pero sin que se palpara el gol realmente.

Como otras tantas veces durante la temporada, cabía esperar que los jugadores amarillos fueran capaces de terminar domesticando al equipo de casa con una defensa sólida y con algún zarpazo arriba, pero fue más bien todo lo contrario. Tras un cabezazo con cierta intención de Fleurquin al poco de comenzar la segunda parte, casi todo lo demás fue a favor del Conquense.

El primer gol llegaría a balón parado. La teoría de Javi Gracia cuando se le pregunta por la cantidad de goles que llegan de esta forma es que a todos los equipos les rematan y que directamente desde un córner no se encajaba desde el partido en Granada. Ayer volvió a suceder en una acción en la que Javi Gómez llegó desde atrás para convertir en gol el córner lanzado por Cristian. Ni Mansilla ni Juanma Delgado se enteraron, pero esas jugadas se siguen defendiendo en zona y da la sensación de que las ideas no están claras sobre quién debe defender a quién.

El equipo se ponía por debajo y había que reaccionar, pero el Cádiz no era capaz de despertar. Subió algo la posesión del balón, pero de una forma nada efectiva. No había circulación ni claridad para llegar al área, pero sí se perdía el orden en busca de un imposible. Por eso llegó el segundo tanto local, en un contragolpe en el que Mansilla tiene que salir a defender a la banda y en el que ni Juanma Delgado ni David García son capaces de frenar a los atacantes, que estaban en superioridad. El balón pudo salir tras el primer remate de Juanjo, pero no se puede el Cádiz agarrar a ese posible fallo del asistente.

A partir de ese momento llegaron más prisas y algunos cambios, aunque de nada sirvieron. Sí sirvió para que se viera que Carlos, incluso estando lejos de su mejor momento, ofrece al equipo un repertorio en el juego ofensivo por el que no merece ser suplente. En líneas generales fue más de lo mismo contra un rival que aprovecha como nadie las carencias amarillas. Una derrota que duele, pero que no debe tener efectos secundarios.

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