Baloncesto l Final Four de la Euroliga

El mejor Barça llega al momento clave

  • Los azulgranas se enfrentan al CSKA dispuestos a resarcirse de la derrota de 2009 · Olympiacos o Partizán, el otro finalista

El CSKA de Moscú, protagonista en las tres últimas fases finales de la Euroliga que ha disputado el Regal Barcelona, volverá a poner a prueba (18:00) las excelencias del cuadro azulgrana.

Los catalanes, ganadores esta temporada de la Copa del Rey y la Supercopa ACB y dominadores indiscutibles en la primera fase de la Liga, tienen al alcance también el título de la Euroliga, una competición que sólo han conquistado una vez a pesar de haber dispuesto de 11 ocasiones para ganarla.

El rival de hoy, el CSKA, también lo ha sido de las tres últimas grandes citas continentales para los azulgrana. Se midieron en las semifinales de la edición de 2003, disputada en Barcelona y que permitió a los locales levantar su único título hasta la fecha, plantilla de la que sólo queda Juan Carlos Navarro. Pero también se enfrentaron al Barça en las semifinales de 2006, en Praga (84-75), y en la del año pasado en Berlín (78-82). En ambas ocasiones triunfaron los moscovitas.

Pero de un año a otro mucho han cambiado las cosas. Los de Xavi Pascual son un referente en el baloncesto continental. Su juego, seguramente, parece el más vistoso de los cuatro semifinalistas, y su plantilla es lo suficientemente amplia para plantearse el mayor reto. Por contra, de un año a otro, el CSKA ha perdido a su entrenador, el italiano Ettore Messina, y a dos jugadores de primer nivel: el esloveno Erazem Lorbek y el estadounidense Terence Morris, ambos enrolados este curso en las filas blaugranas. Papel importante tendrán también Ricky Rubio y Pete Mickeal, que han equilibrado el juego interior-exterior de los barcelonistas.

Y por si la competición no tuviera suficientes alicientes para el Barcelona..., otro más. La presente es la tercera ocasión en la que los azulgrana disputan esta competición en París. En la primera, 1991, cayeron frente al rodillo croata del Jupoplastika; y en 1996 un tapón ilegal de Stojan Vrankovic sobre Montero impidió a los de Aito García Reneses llevarse el título.

Enfrente estará un conjunto con mucha experiencia. En París, el CSKA jugará su octava fase final consecutiva, con triunfos en 2006 y 2008, títulos a los que hay que añadir los de 1961, 1963, 1969 y 1971. Para ganar, el Barça debe controlar el ritmo del partido, pero, sobre todo, no acordarse de la semifinal del año pasado, cuando dominó durante dos terceras partes del encuentro hasta que apareció Siskauskas, que dinamitó las opciones azulgranas desde el perímetro. El lituano y Trajan Langdon son los máximos anotadores del plantel de Evgeni Pashutin, que cuenta con J.R. Holden y Zoran Planinic como escuderos de lujo.

Si los lanzamientos de Langdon o de Siskauskas no entran, el poderoso juego interior del CSKA suele enmendar la plana. En la pintura, Viktor Khryapa, Sasha Kaun y Andrey Vorontsevich son pívots de gran calidad, como también el esloveno Matjaz Smodis, un jugador que se ha pasado prácticamente toda la temporada en blanco a causa de una lesión.

Calma y paciencia es la receta que impone Xavi Pascual para ganar el partido, pero admite que la experiencia, que está de lado del CSKA, también puede resultar determinante. "Sabemos cómo jugar estos choques en los que la experiencia es muy importante, pero jugar contra el Barcelona es muy complicado", señaló Pashutin.

Todo apunta a que el vencedor de esta Euroliga saldrá de esta semifinal, pero Olympiacos y Partizán esperan evitarlo. Ambos se enfrentan en el segundo choque del día (21:00) con los griegos, cuyo equipo está diseñado a golpe de talonario, jugarán con la presión de obtener mejor resultado que en Berlín (cuarto). Mientras, los serbios ya han triunfado con llegar a París y jugarán sin la presión de saber que no hay nada que perder.

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