El Virgili Fuentemar no pudo despedir el año con un resultado positivo pese a los méritos que hizo en su visita a Talavera, en donde la suerte que visitó por la mañana la localidad toledana en forma de Gordo de Navidad también sonrió por la tarde al equipo de casa.

El conjunto gaditano dominó desde el principio y creó ocasiones para adelantarse en el marcador, pero un rechace de Wilfred permitió a Nacho hacer el 1-0 a puerta vacía y cambiar radicalmente la dinámica del encuentro.

El Talavera pasó a controlar el juego, golpeó de nuevo (2-0) y se limitó a nadar y guardar la ropa hasta el descanso, al que se llegó con un esperanzador 2-1 gracias a una buena combinación entre Rugama y Alexander.

En la reanudación, los de Juan Carlos Gálvez fueron a por todas y el empuje visitante ni siquiera decayó cuando Nene aprovechó una contra para establecer el 3-1. Al contrario, el Virgili siguió apretando y Alfonso devolvió la ilusión con 12 minutos por delante.

La desesperada apuesta de Gálvez con el portero-jugador no surtió efecto y el Talavera sentenció al final el último partido del año, un choque accidentado por la lamentable agresión de ultras a algunos jugadores gaditanos.