La lista de 23 convocados para la disputa del Mundial de fútbol de Suráfrica 2010, divulgada el martes, decepcionó a la prensa brasileña, que ayer coincidió en lamentar la opción del técnico Carlos Dunga por un equipo "conservador" y "oscuro" para buscar el hexacampeonato.

La solicitud de Dunga para que los brasileños apoyen al equipo, aun cuando no lo quieran o no coincidan con su criterio de elección de jugadores, y su defensa del "patriotismo" como una de las virtudes que espera de sus compatriotas, fue blanco de ironías. El diario O Globo, por ejemplo, publica una foto en la que el entrenador parece hacer un saludo militar conjuntamente con una lista de "palabras de orden", tales como "¡Es hora de unión!", "¡Viva el compromiso!" y "¡Viva el patriotismo!".

Más allá de los llamamientos de Dunga al espíritu patriótico de los brasileños, lo que causó perplejidad fue su decisión de no hacer frente al que está considerado como el principal problema de la verdeamarilla: la total dependencia de Kaká para la creación de jugadas de ataque del equipo.

Como el mediapunta del Real Madrid está todavía lejos de su mejor forma -y en medio de rumores de que padecería de una pubalgia crónica-, los analistas se preguntan qué pasará en Suráfrica si Kaká no logra repetir sus brillantes actuaciones con la camiseta amarilla. "Si Kaká no puede jugar el Mundial o algún partido del Mundial, ¿quien será su substituto? En teoría, será Julio Baptista. Tendremos entonces un mediocampo de la Brasil con Gilberto Silva, Felipe Melo, Elano y Julio Baptista, que puede ser todo, salvo un mediocampo de la selección brasileña", dijo el analista Fernando Calazans, en su columna en O Globo.

Con Calazans coincidió uno de los máximos ídolos de la historia del fútbol brasileño, el Doctor Sócrates, quien calificó de "porquería" la nómina de convocados por Dunga: "Con excepción de Kaká, el mediocampo está formado sólo por jugadores de destrucción".

La Kakadependencia de Brasil fue precisamente lo que impulsó las campañas de analistas en favor de la convocatoria de Ronaldinho, del Milan, y del mediocampista Paulo Henrique Ganso, del Santos, quien a los 20 años está considerado como la gran revelación de las canchas brasileñas en esta temporada. Ambos, sin embargo, debieron conformarse con un lugar en la "lista de espera" de siete jugadores elevada a la FIFA, para el caso de sustituciones de último momento.

También preocupa a los analistas la debilidad defensiva generada por la ausencia de buenos titulares para la posición de lateral izquierdo. Los dos convocados por Dunga -Gilberto, del Cruzeiro, y Michel Bastos, del Lyon- actúan como mediocampistas en sus clubes, y hasta hoy no han logrado convencer a la prensa de sus virtudes para la posición en la que brilló en Francia 1998 y en Corea/Japón 2002 el veterano Roberto Carlos.

Según el columnista José Geraldo Couto, de Folha de Sao Paulo, Dunga confirmó que es "conservador" al optar por llevarse a Suráfrica una "selección sólida, pero árida y sin brillo". "A quienes les gusta el fútbol bonito, lleno de fantasía, sólo les queda lamentar... Brasil hasta puede ser campeón, pero difícilmente exhibirá brillo y exuberancia", apuntó.

Dunga, quien este martes se manifestó consciente de que sería atacado, aseguró que está listo para enfrentar las críticas y presiones, y que buscará responderlas con la conquista del hexacampeonato. Ante la ola de reacciones negativas a la nómina de convocados, de fracasar en ese intento Dunga será un perdedor solitario.