"Pensamos que íbamos a ganar de una forma o de otra…". Julián Rubio seguía ayer dándole vueltas al empate ante el Sevilla Atlético. Como todo el cadismo. "No pude dormir la noche del partido", dijo. Como parte del cadismo. Los fantasmas que viven en Segunda División B asustan lo suyo y más de uno no pegó ojo hasta que los espíritus con sábanas blancas se marcharon a incordiar a seguidores de otros equipos metiditos en fango. El técnico manchego llegó ayer a las instalaciones de El Rosal con las pilas cargadas y con los ojos sin ojeras. El lunes pudo descansar. "Cuando alguien se cae, tiene que levantarse", adelantó Julián Rubio haciendo referencia al encuentro que le quitó el sueño el domingo.

"Evidentemente sufrimos un profundo malestar por no lograr el resultado que esperábamos. Pensé que ese partido lo íbamos a ganar seguro y que además el triunfo casi traería la salvación", recordó.

Antes de mirar al frente, el técnico elegido por el consejo de administración del Cádiz para las tres últimas jornadas siguió sacando a la palestra temas que le vinieron a la cabeza antes de quedarse dormido la madrugada del lunes: "Siempre tengo mi dosis de equivocación cuando no se suman los tres puntos, pero creo que ante el filial del Sevilla no nos equivocamos mucho. Sufrimos la urgencia de ganar y nos pasó factura la confianza de pensar que el partido estaba hecho. Cuando vimos que no era así, fuimos a por todas rápido y tropezamos un poco. Habíamos planificado hacer un gol tempranero que no llegó, aunque pudo llegar porque tuvimos ocasiones. Al no marcar, el rival se creció y se desplegó aprovechando los nervios que teníamos encima. Aunque en defensa estuvimos bien, sufrimos mucho en ataque".

La dichosa ansiedad. "Abusamos de los balones largos y eso no es bueno. El problema del domingo fue de ansiedad, de necesidad. La presión unas veces te da alas y otra te ata las piernas y te retuerce la cabeza. Pienso que en caso de marcar pronto habríamos jugado de otra manera", pensó en voz alta Julián Rubio, que no cree que el equipo esté mal físicamente. "Cuando vas ganando parece que los jugadores están bien y cuando no lo haces, parece que están mal", aseguró. "Si la ansiedad nos agarrotó, también lo hizo la confianza, aunque no pongo excusas porque fuimos nosotros quienes no supimos hacer las cosas bien", reconoció el entrenador manchego, quien no estaba del todo de acuerdo con lo que se publicó en la prensa del lunes: "Creo que se ha sido injusto con algunos jugadores. Hasta siete u ocho estuvieron bien y, en líneas generales, si se dejan a un lado los nervios, puede decirse que el del domingo fue uno de los mejores partidos que se han podido ver esta temporada en el Carranza".

Julián Rubio habló también de táctica: "No puede decirse que no soy un hombre de banda. Natalio hizo sus mejores partidos en el Castellón jugando en banda, y Ferrando sacó mucho partido a Parri dejándole caer a la cal. Nuestra intención era buscar su buen golpeo de balón". Preguntado por Cristian aseguró que el sábado se probó con el ex del Poli en la banda izquierda: "César me encanta en la banda derecha y probamos a Cristian en la izquierda, pero al final nos decidimos por Gonzalo, un cambio natural para Raúl López".

Y regreso al futuro: "No podemos dormirnos y hay que trabajar duro para el partido contra el Hércules. Vamos a conseguirlo. No somos los únicos que estamos mal, aunque los que han estado en la cola todo el año y han tomado aire tienen otra situación mental. Pero de estos equipos, dos de ellos sacaron un punto de milagro el domingo Ninguno de los que está abajo está pensando cosas diferentes a las que pensamos aquí y el Cádiz no es el único equipo hecho con el objetivo de estar arriba. Pero la rueda de la competición no permite muchas equivocaciones, por eso el Cádiz esta donde está".

El técnico manchego no valoró las palabras de Gustavo López, que criticó que se cambiaran "los muebles de sitio". "No he escuchado ni leído sus declaraciones. Pero es muy sensato y experto y sabe que no debe crear polémica". "Y no voy a entrar en ella", aclaró Rubio.