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Sin goles no hay paraíso

  • El Cádiz no pasa del empate por la sencilla razón de que hay que marcar para ganar · Natalio desvía a Parri a la izquierda, se hace con la mediapunta, y Enrique le roba protagonismo a Kosowski y Bangoura

De nada sirve trabajar toda la semana si a la hora de cobrar los puntos se falla una ocasión, y otra, y otra... La falta de puntería y la mala suerte condenaron al Cádiz una vez más en Carnaval. El gol, claro está, no entró en la pizarra de Antonio Calderón. El técnico gaditano dibujó con tiza el mismo esquema que cayó en Motril por un penalti que no debió señalarse. El mismo penalti que ayer no se le pitó a Dani y que hubiera supuesto la expulsión de Juan Pablo al cuarto de hora de partido.

Mismo esquema, distinto once. Natalio parece que va a adueñarsede la mediapunta y Parri fue desviado ayer al carril izquierdo. Hizo lo que pudo, pero no tiene la profundidad y la rapidez que se requieren para poner nervioso a un lateral. Dani pone muy nervioso, pero al final casi nunca es para tanto.

Tal vez ya se ha dicho todo del pivote formado por Fleurquin y Miguel García, pero Calderón escribe siempre en su pizarra el nombre de a Diego Rivas, aunque algunas semanas tiene que borrarlo.

Defensa

Muchas lagunas, muchos errores. Y todo, sin un rival de enjundia. Un rival sin Nino. Bravo. Cuesta subir el balón. Cuesta, al estilo Baldasano.

Ataque

Nada que reprochar. Tal vez la falta de puntería cuando la necesidad aprieta. Acompañada de la mala suerte. El Cádiz pierde en todos los refranes y quien perdona lo acaba pagando, aunque sea en forma de empate.

Virtudes

Las caras nuevas y los viejos que se rebelan con la llegada del mercado de invierno, caso de Enrique.

DEFECTOS

Tercera semana sin ganar. Un punto de nueve. Poco botín para un equipo que quiere demostrar que su corazón aún late cuando salta al terreno de juego. Surrealismo del himno aparte. El árbitro y sus asistentes también son un defecto.

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