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san fernando | loja · la crónica

Cuatro goles y directo a la final

  • Espaldarazo Roberto Rodiel, Sergio Beato y Pedro Carrión, este en dos ocasiones, certifican la clasificación para la última eliminatoria Clave El Iberoamericano ofrece una gran imagen y es una fiesta desde una hora antes del comienzo del choque

De antemano, indicar que el Loja es un equipo que nos cae bien, con una afición muy simpática. Y que los granadinos fueron despedidos con una salva de aplausos significativa. Pero también cabe indicar, que nos encanta el ambiente que se respiró ayer en el Iberoamericano, como disfrutó la afición de San Fernando y como jugaron los azulinos, que golearon con total justicia a un rival que, solamente, aguantó algo más de una hora y que tuvo que terminar bajando los brazos ante la hegemonía de los de Iriondo que volvieron a ser en su campo grandes. Inmensos.

Lo de ayer fue un espectáculo digno de guardar en la retina. Y lo fue porque el partido lo tuvo todo. Intensidad, ráfagas de buen juego, dureza, ambiente y grandes goles, que al fin y al cabo es la esencia de este bendito deporte.

Bahía Sur fue, más que nunca, centro del fútbol de la Bahía y la mayoría de los técnicos y jugadores se acercaron para ver in situ, lo que se viene contando del San Fernando, el buen juego que ofrece, el despliegue por las bandas, la intensidad para robar el cuero y lo certero que es a la hora de sentenciar, por lo menos los partidos de casa.

Distinto es si el análisis nos lleva a sentenciar que la clave del choque estuvo en la expulsión, cuando la primera parte expiraba, de un Ramón, tan inepto en la entrada a Iván Guerrero, como salvaje. Las entradas con dureza por detrás son castigadas con la roja y, si algo tuvo la acción fue dureza.

Si contra once, los isleños fueron netamente superiores, contra diez, no dieron opción alguna al rival y terminaron goleando ante el entusiasmo de los suyos en la gradas que, ayer sí, lo pasaron en grande.

El partido comenzó, como era de esperar con la intensidad que marcó el cuadro local que, al fin y al cabo era el que tenía que marcar. Los lojeños, bien plantados, intentaban no dejar grieta alguna en el muro y, de manera compacta, sacudían las arremetidas de los de Iriondo que, se había encargado de transmitir a los suyos la posibilidad de ganar en el uno o en el sesenta.

Castillo y Raúl Silveira, hacían daño en las bandas y, tal y como se pudo prever Canito y Benítez eran la continuación de los laterales, dejando el trabajo sucio y certero a Sachetti y el arte y el juego para dos jugadores que ayer volvieron a consagrarse en casa, Iván Guerrero y Roberto Rodiel. ¿Pedro Carrión? Pues a lo suyo, a crear peligro y a marcar...

Con esto, Canito no supo aprovechar el primer regalo del partido y en el 14' una internada tras fallo defensivo lo dejó solo, pero mandó el cuero al cuerpo de Avilés.

Los isleños atosigaban sin mucha profundidad, tenían el poder del balón en sus pies, y creaban aisladas ocasiones de gol para desestabilizar la balanza.

Y a esto que llegó un tal Roberto Rodiel que se sacó de la chistera un derechazo impresionante para dejar la eliminatoria del lado celeste, para comenzar a certificar lo que nadie dudaba, que el pase a la final era una realidad.

La segunda mitad fue una lección de fútbol. Bien porque los de Loja bajaron los brazos, bien porque Iván Guerrero y Rodiel dieron clases de pases en profundidad y porque Sergio Beato revolucionó, más si cabe, las bandas.

Pero todos los locales disfrutaban al son del ¡olé!, y se vio de nuevo la ola que se puso de moda en México y el Iberoamericano botaba tras los goles de sus jugadores que se quedaron corto, porque también se bajó la intensidad para no hacer leña del árbol caído. Lo del cuarto, para enmarcar. Con tres toques, la conexión Dani Pendín, que entró para dar continuidad al buen juego, Sergio Beato, Pedro Carrión hizo estallar de júbilo a los presentes.

Lo que ocurrió al final del encuentro fue impresionante, la afición local despidió a los suyos con una tremenda salva de aplausos , pero se guardó lo mejor para la retirada del equipo de Loja, emocionado ante una afición señorial.

El San Fernando está donde soñó, en la final de los play offs. Con solamente dos años de vida, este equipo tiene la posibilidad de viajar desde la Primera Andaluza hasta la Segunda B. Como nos gusta las noches de verano con los grandes partidos...

Árbitro: García Maqueda (extremeño). Manejó bien un partido complicado.

Tarjetas: Amarillas Juanma Ortiz (10'), Raúl Silveira (28'), Iván Guerrero (29'), Rafilla (83'), Sachetti (88') y Dario (89'). Roja. Ramón (45+1).

Goles 1-0 (40') Roberto Rodiel. Balón que queda suelto en la frontal del área y el centrocampista isleño engancha un soberbio disparo desde 30 metros que se cuela por la escuadra. 2-0 (67') Pedro Carrión. Balón a la banda de Benítez que controla Sergio Beato en profundidad y manda al segundo palo donde el delantero isleño remata a placer 3-0 (70') Sergio Beato. Pase de Benítez al extremo isleño de tiro cruzado anota. 4-0 (77') Pedro Carrión. Impresionante triangulación isleña. Dani Pendín manda en largo a Sergio Beato que de primera manda al corazón del área para que el nueve azulino anote su segundo gol.

Incidencias: Partido de las semifinales de los play offs de ascenso a Segunda B. Unos 4.500 espectadores en el Iberoamericano de Bahía Sur. Antes del inicio se le hizo el pasillo al San Fernando alevín, recién ascendido a Primera Provincial.

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