La selección española de fútbol está ya en los corazones de sus hinchas: casi 17 millones de espectadores se concentraron en la noche del jueves delante del televisor para seguir los últimos minutos del triunfo en las semifinales de la Eurocopa. Y la euforia, tan contenida hasta ahora, se disparó finalmente.

La celebración del último gol español, el que cerró el triunfo por 3-0 ante Rusia, congregó al 84,1 por ciento de los televidentes en ese momento.

La audiencia del tanto de Silva, el tercero, superó a la tanda de penaltis del partido ante Italia, que había marcado un récord de espectadores en la historia de la televisión.

Además, la victoria ante Rusia en semifinales se convirtió en el partido de la selección española más visto de la televisión, sin contabilizar prórrogas ni penaltis, y fue presenciado por una media de 12.870.000 espectadores, con un 72,7 por ciento de cuota de pantalla.

Luego, la noche fue larga en muchas ciudades. Hasta en Barcelona hubo miles de hinchas que salieron a la calle a celebrar el pase a la final.

España no sólo ganó, sino que su estilo gustó mucho. Esa combinación provoca que ahora los periódicos españoles abandonen definitivamente la mesura para expresar toda la euforia y confianza en vísperas de la final.

"¡Alemania, ríndete!", titulaba el diario As. "¡Somos los mejores!", añadía Marca. "Histórico", reflejaba Sport. "Camino de la leyenda", completaba Mundo Deportivo.

La euforia se ha disparado justo cuando España está a un solo paso de conseguir su primer éxito en una competición de gran nivel desde 1964, cuando ganó la Eurocopa. Hasta ahora sólo se hablaba de ir paso a paso, de ir eliminando a cada rival que se cruzara en el camino. Pero ya no. Por eso los aficionados quieren disfrutar del momento y alardear de un grupo de jugadores que colecciona elogios en todo el mundo gracias a su atractivo juego. Da la sensación de que al fin España tiene una selección de la que estar orgullosa. Y lo está haciendo.