Jueves Santo Horarios, itinerarios y recorridos del Jueves Santo y Madrugada en la Semana Santa de Cádiz 2024

Deportes

El encanto que no encanta a los pilotos

  • El 'glamour' que rodea la prueba no gusta dentro del 'paddock' en una de las carreras más peligrosas del año

Los personajes extravagantes y la altanería son parte del encanto del circuito urbano de Montecarlo, pero la atmósfera que rodea al Gran Premio de Mónaco no termina de gustar a todos los pilotos. "Esos pequeños perritos dentro de los bolsos no van conmigo", señaló el ganador de la carrera del Principado en 2012, el australiano Mark Webber.

Además del riesgo de su circuito urbano, Mónaco se distingue por las grandes fortunas y los lujosos yates. Sin embargo, algunos pilotos buscan evadirse de todo lo que ocurre fuera de la pista. Webber, que ganó dos veces en el clásico trazado, coincide con muchos de sus compañeros cuando le piden que describa la pista: "El circuito es excepcional".

Los 3,340 kilómetros de asfalto es lo que interesa a los pilotos, ajenos a las botellas de champán y los barcos. Para muchos es "la carrera más importante de Mundial", aseguró Fernando Alonso, vencedor en dos ocasiones en el circuito monegasco y que busca convertirse en el primero en ganar en Montecarlo tres grandes premios con tres equipos diferentes, después de sus victoria en 2006 con Renault y en 2007 con McLaren.

Cada giro en el trazado es como un viaje del tiempo al pasado. ¿Zonas donde frenar en caso de emergencia como en los nuevos y modernos circuitos? Nada de eso: el que cometa un error no tendrá grava en la que frenar su bólido. En vez de tierra hay barreras metálicas. "Siempre hay un cierto riesgo", sostiene el alemán Sebastian Vettel, que añadió: "Uno no se puede calmar del todo. Y no debe. Si no, se perdería el encanto", afirmó. Además de la presión de correr por calles estrechas y sinuosas, Vettel tendrá otro dolor de cabeza: los neumáticos. "Si entras pasado a la chicane, los neumáticos se estropean demasiado", dijo el alemán, enfadado con las polémicas gomas de Pirelli esta temporada.

En Mónaco no hay tiempo para descansar: los pilotos deberán tomar más de 1.000 curvas. Y los accidentes son casi inevitables cuando 22 coches de más de 700 caballos luchan por ganar algunos metros mientras numerosas personas ven la carrera desde sus yates. En el circuito monegasco hay un 80% de probabilidades de que salga el coche de seguridad, que intervino en 14 ocasiones en los últimos 10 años. Y también hay otro interés: el telón de fondo del circuito, el puerto de Mónaco, ofrece vistas espectaculares.

Junto al enorme motorhome de Red Bull, están ancladas lujosas lanchas con acabados en aluminio y caoba. Tampoco faltan los enormes yates. En el paraíso fiscal de Mónaco una de las máximas es mostrar lo que uno tiene. "Me encanta el mar, me encantan las paredes rocosas", dijo Webber, al que le encantaría Mónaco al completo si no fuera por los pequeños perritos dentro de los bolsos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios