Esteban Vigo Benítez. Malagueño de Vélez de nacimiento y desde ayer jerezano de adopción, aunque ya habría que haberle otorgado ese honor cuando en la campaña 2003-04 logró la misma gesta, salvar al Xerez. Aquella temporada se encontró con muchas más zancadillas económicas que deportivas con Gil Silgado como presidente y consiguió la salvación del equipo a falta de tres jornadas, aunque no es menos cierto que se hizo con las riendas de la entidad mucho antes.

Huye de cualquier tipo de euforia, otorga todo el éxito a los jugadores y no se siente para nada protagonista de la historia pero su rostro refleja la felicidad del deber cumplido, después de la tensión y de los nervios que ha vivido, y no puede ocultar que es un hombre feliz. "Estoy tremendamente contento y ahora es cuando me estoy dando cuenta de lo que hemos conseguido. Hasta que no he abierto esta mañana -ayer para el lector- los periódicos y he leído las crónicas del partido no me lo he empezado a creer", explicó.

Esteban cree que las claves del éxito han estado en que "siempre he confiado en esta plantilla, que es buena, y en mis posibilidades con ella". "Hemos realizado un buen trabajo y al final los jugadores me han demostrado todo lo que yo esperaba de ellos. La fe y el convencimiento de los futbolistas han sido fundamentales desde el principio", admitió.

Pensando en su futuro, se limitó a decir que "el inmediato pasa por disfrutar de lo que hemos conseguido y dentro de unos días ya habrá tiempo de empezar a trabajar. Ahora mismo no puedo comentar nada sobre la próxima temporada, de ello podremos hablar con más tranquilidad cuando sepamos cómo queda el club".

Como no podía ser de otra manera, se acordó de la afición: "Para nuestros seguidores sólo tengo palabras de agradecimiento. Fue impresionante comprobar como diecinueve mil personas se volcaban con el equipo".

Para acabar, se refirió al descenso del Cádiz. "Los derbis son apasionantes, a mí me gustan y para la provincia hubiese sido importante que los dos equipos estuviésemos en Segunda A. Es duro lo que les ha pasado en el último minuto de la última jornada".