Estaba cantado y los acontecimientos se fueron precipitando en las últimas horas. El traspaso de Lucas Lobos al Tigres mexicano se cerró en la mañana de ayer y a eso de la una y media del mediodía comparecía el jugador junto a Antonio Muñoz para explicar los motivos de su marcha. Al futbolista se le veía muy emocionado, mientras que el presidente amarillo hacía hincapié en agradecer el comportamiento del mediapunta como profesional en los dos años que ha pasado en Cádiz, pero también subrayaba que había sido el propio Lobos el que había insistido en cambiar de aires y que el negocio no respondía a una necesidad económica.

"Hace exactamente dos años estábamos presentando a Lucas como jugador cadista y ahora lo estamos despidiendo. Como aficionado siento mucho su marcha, porque nos deleitaba con su juego y sabíamos que podía ser uno de los referentes del Cádiz en el regreso a Primera, pero el fútbol está montado así. No hay más remedio que asumir su marcha y es algo que comprendemos, porque no podíamos estar continuamente cerrándole las puertas a su progresión. Es una gran persona y pocos jugadores tendrán ese comportamiento con el Cádiz y con el consejo", comenzaba diciendo Antonio Muñoz.

Lobos escuchaba al presidente amarillo con la mirada perdida, los ojos vidriosos y transmitiendo la sensación de que en el momento en el que tomara la palabra se iba a echar a llorar. Muñoz echaba un capotazo al jugador con un talante bastante más distendido. "Él sabe que el Cádiz es su casa y tengo su promesa de que cuando termine contrato con el Tigres en el año 2010, coincidiendo con nuestro centenario, volverá al Cádiz. No es algo firmado, sino el deseo de las dos partes por reencontrarnos de nuevo".

Como ya es sabido, el máximo dirigente amarillo no es amigo de aportar cifras concretas de este tipo de operaciones porque "hay dos partes implicadas y no sé si el club mexicano quiere que esto trascienda". Pero sí dio algunas pistas al respecto: "Hemos recibido una cantidad superior a los dos millones de dólares de los que se estaba hablando, también una cantidad superior a lo que nos ha costado Parri (600.000 euros), y más de lo que pagó el Valladolid por Jonathan Sesma (1.350.000 euros). Pero es una cantidad inferior al déficit con el que terminará el club la temporada". Probablemente, el Cádiz habrá ingresado unos 2,5 millones por el futbolista sudamericano.

Hablando de dinero, el presidente del Cádiz quiso dejar muy claro que "el traspaso no se hace para ganar dinero, sino porque Lobos ha tomado la decisión. Hemos puesto pegas para que no se marche y hemos analizado los pros y los contras. El martes, Lucas había decidido no marcharse, pero muchas veces las negociaciones se complican y éstas han sido muy directas con el conjunto mejicano. Él le pidió al presidente del Tigres una cantidad que creía desorbitada para ver si así se olvidaba el asunto, pero se sorprendió al ver que recibía una respuesta afirmativa. Está claro que si el Cádiz se planta y dice que no se va, no se habría ido, pero nuestro comportamiento no habría sido correcto con él".

Se le preguntó a Muñoz sobre si va a fichar a otro jugador para sustituir al argentino y dejó claro que los esfuerzos llegarán para otras posiciones: "No vamos a fichar a nadie para ese puesto porque ahí tenemos a dos grandes jugadores, como son Parri y Pavoni. Ya tenemos overbooking en otras posiciones y no vamos a caer en el mismo error. Creemos que tenemos gente muy buena en la plantilla y esto no significa que no aspiremos al ascenso".

Tenía que tragar saliva el gran protagonista para poder tomar la palabra. "He estado dos años maravillosos aquí y se me hace muy difícil. La decisión la he tomado con mi familia y agradezco a todos, medios de comunicación y aficionados, el cariño que me dan dado". El mediapunta argentino tuvo especiales palabras para la afición amarilla: "Espero que entienda que es un progreso para mí y seguro que los que me quieren lo comprenderán. Los egoístas van a ser los que no quieran que me vaya. Me gustaría que se respetara mi decisión porque es un paso adelante y porque es una decisión muy meditada". Y anunció que "si todo sale bien dentro de tres años volveré, para celebrar el centenario".

El argentino profundizó en algunos pormenores de las negociaciones de los últimos días: "Han sido días complicados porque yo inicialmente no me quería marchar. Sabía que por parte del presidente del Cádiz no iba a haber problemas y que todo iba a depender de mi decisión. Él no me quería vender y me lo dijo miles de veces. Yo creo que ir a México a jugar es un paso adelante en mi carrera. Me sorprendió que aceptaran la propuesta económica que les hice, pero he podido ver que tenían un gran interés por mí y eso facilitó mucho las cosas".

Para Lobos, la etapa vivida en Cádiz es imborrable y desea lo mejor para el club y para todos sus aficionados: "Me llevo de Cádiz el mejor de los recuerdos. Tengo una hija gaditana y el cariño que siento por esta ciudad y por su gente es enorme. No sé si todos lo van a entender, pero ahora lo importante es seguir apoyando al equipo. Hay una gran plantilla y saldrán adelante sin Lucas Lobos, claro que sí. Espero ver al Cádiz en Primera al final de la Liga".