Ciclismo

Una cuestión de peso

  • Contador acaricia la medalla y finaliza cuarto, a sólo nueve segundos del bronce · Un recorrido para especialistas y la aparición del inédito Larsson impideron la medalla española

Una cuestión de peso, y algo de ansiedad, dejaron ayer sin medalla al español Alberto Contador, que tuvo que conformarse con el peor de los puestos posibles en la prueba de ciclismo contrarreloj de los Juegos Olímpicos de Pekín: el cuarto.

"Mirad el peso o la musculatura de cada uno", zanjó el campeón del Giro de Italia y el Tour de Francia tras la carrera, que terminó con victoria del suizo Fabian Cancellara y sus potentísimas piernas.

Cancellara recorrió los 47,3 kilómetros del circuito, bajo las Gran Muralla China, en 1:02.11,43 horas, a una velocidad media de 45,633 kilómetros por hora. Sacó 33,36 segundos al segundo, el sorprendente sueco Gustav Larsson, y 1.09 al medalla de bronce, el estadounidense Levi Leipheimer.

"Fue un día perfecto", dijo el suizo, tercero en la carrera de fondo. "Me preparé muy bien para esta carrera. Y estoy feliz y orgulloso de volver a casa con dos medallas".

Contador cedió 1.18 minutos respecto a Cancellara, gran favorito en las apuestas después de su exhibición del sábado pasado, cuando ganó el bronce después de aparecer de la nada, justo al final, tras una cabalgada en solitario que preludiaba lo que se vio ayer.

El ciclista suizo pesa 81 kilos y es un especialista, un rodador capaz de mover grandes desarrollos sin descomponer su aerodinámica figura. Su fisonomía es muy similar a la de Larsson, de 79 kilogramos, un corredor sueco con el que a priori nadie contaba.

"Siempre supe que éste era un recorrido para mí. Lo preparé todo el año", aseguró el medallista de plata tras la crono.

Dos vueltas al mismo circuito en el que el sábado se disputaron los últimos kilómetros de la prueba en línea decidieron las últimas medallas del ciclismo en ruta. Es decir, dos subidas al paso de Badaling, dos bajadas prolongadas, el falso llano y la última subida de 1.500 metros hasta la meta de JuYongGuan. "Yo sabía que mis opciones pasaban por la subida, pero no era una subida para escaladores, era una subida para gente con fuerza", lamentó Contador, que apretó mucho en los primeros kilómetros de la crono. "No he podido marcar más diferencias".

El español pasó primero por el primer puesto de cronometraje, segundo en el segundo, tercero en el tercero, y cuarto en la meta. Su carrera fue de más a menos, justo al contrario que Leipheimer, precisamente el hombre que ocupó el puesto al que le había echado el ojo Contador.

El estadounidense, también un hombre fino y ligero, iba quinto en el tercer paso intermedio, pero todavía tenía energía en la recámara. Contador la había gastado toda.

"La contrarreloj no es mi fuerte", dijo el español, ganador del Giro de Italia. "Además, mi estado de forma, como se vio el sábado (cuando se retiró), no es óptimo".

Su compatriota Samuel Sánchez, campeón olímpico en la prueba en línea, terminó sexto, a 2.25 minutos del ganador, después de salir primero de su serie de 13 corredores, la última en partir y en la que competían los mejores.

"No tenía referencias", lamentó. "Pero no hay excusas, fueron mejores. Y nos aguaron la fiesta por poco".

Pero sólo un poco. Sánchez, junto con Contador, partirá hoy camino de España, donde en Oviedo, su ciudad natal, le espera la auténtica celebración. "Ahí sí que me espera una crono".

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