El Villa de Los Barrios comunicó al pívot Marcus Campbell que prescinde de sus servicios después de haber llegado a un acuerdo con el representante del jugador. El club aduce que Campbell no ha rendido desde su llegada de acuerdo a lo elevado de sus emolumentos -lo que no deja de ser cierto-, pero la realidad es que esta decisión esconde que la entidad se encuentra en una delicadísima encrucijada económica y que carece del dinero necesario para seguir haciendo frente al contrato del pívot.
Y es que los números del pívot no son los que más preocupan al club. Por lo pronto la entidad adeuda una nómina y media a todos sus profesionales. Es cierto que no se trata de un retraso escandaloso, pero es que no existe una fecha prefijada para que los cobros se regularicen. Aún peor: el vestuario sigue preguntándose cómo los pagares que como aval de la ayuda municipal recibió la UD Los Barrios han servido a la directiva de Manolo Lamas para poner al día al conjunto de fútbol y nadie ha sido capaz de negociar los que estaban destinados al de básquet. Para colmo, tampoco se ha liquidado los alquileres de los pisos en los que residen sus jugadores y algunos de los caseros empiezan a impacientarse.
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