La fiesta que ha preparado el Real Madrid para celebrar la Liga ante su afición en el estadio Santiago Bernabéu está a expensas de la decisión final de los jugadores del Levante, que mantienen su huelga por problemas de cobro. La plantilla madridista, con todo, ha preparado el encuentro como si se fuese a disputar, mientras que los jugadores granotas ni siquiera han preparado el encuentro y los entrenamientos semanales se han reducido a dar una vuelta al estadio Ciudad de Valencia en señal de protesta.

El equipo que dirige José Ángel tiene previsto viajar a Madrid y presentarse en el Santiago Bernabéu, aunque a partir de este momento sus planes exactos son una incógnita. No se sabe con certeza si el Levante saltará al césped y regresará de inmediato al vestuario, si el equipo se presentará con siete jugadores o si bien se ha pactado alguna reivindicación con los jugadores del Real Madrid.

En las últimas horas la plantilla levantinista ha dedicado alrededor de diez horas diarias a reuniones con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Ayuntamiento de Valencia, hecho que demuestra la nula trascendencia de esta última jornada de competición.

Pase lo que pase, Raúl González, capitán del Madrid, recogerá la copa de campeones de Liga como el inicio de una fiesta a la que acudirá la afición con el deseo de ver el partido, pero consciente de que habrá celebración aunque no se dispute. Algo muy probable pues los jugadores del Levante han insistido en que si no hay solución no habrá encuentro.