El uruguayo Diego Forlán y el argentino Sergio Kun Agüero, autores de los dos primeros goles del Atlético, devolvieron a su equipo a puestos de Liga de campeones y dejaron al Deportivo en una situación muy delicada.

El Atlético de Madrid rompió, además, su maleficio en Riazor, donde no ganaba desde la temporada 1994-95, y agudizó la crisis del Deportivo, incapaz de sacar la cabeza de la zona pantanosa víctima de su debilidad en casa.

Ambos conjuntos se repartieron en cuatro minutos las dos únicas ocasiones que hubo hasta el ecuador del primer periodo con sendos disparos de Bodipo y el argentino Maxi Rodríguez que no cogieron portería.

Todas las jugadas de ataque estuvieron en un segundo plano debido al centrocampismo hasta que Sergio, a los 22 minutos, probó fortuna con un disparo de falta, desde la frontal, que Abbiati detuvo sin problemas, y Maxi, desde el flanco zurdo, golpeó el balón según le venía para que se estrenara Munúa.

Los rojiblancos demostraron en Riazor que la pegada que tienen les permite coquetear con las posiciones de privilegio. A seis minutos para el descanso, Antonio López llegó hasta la línea de fondo, centró al área, Agüero dejó pasar el balón, y Diego Forlán, libre de marca, batió a Munúa.

El Deportivo, que quedó tocado, recuperó el ánimo en la reanudación, en la que Lafita tuvo en sus botas el empate, pero Raúl García apareció en escena para desviar el balón sobre la línea con Abbiati ya batido.

La reacción de los coruñeses, no obstante, se acabó cuando Agüero, con una gran galopada, dejó atrás a Guardado y a Adrián López para batir a Munúa con un remate cruzado y dejar el partido resuelto. Un mal despeje de la zaga coruñesa fue aprovechado posteriormente por Jurado, que dirigió el balón a la escuadra con un buen cabezazo, sentenciando el encuentro.