El San Fernando se agarró al tópico de ganar aunque sea en el último minuto y de penalti, para conseguir una victoria que le distancia seis puntos del cuarto clasificado el Pozoblanco, equipo que cierra la zona de ascenso, al que visitará en la próxima jornada en el último partido del año.

Y eso que el encuentro fue muy complicado, ya que el Cerro del Águila llegó a Bahía Sur con la intención de llevarse un empate. La diferencia de nivel entre ambos conjuntos fue salvada por el técnico sevillano Juan Corbacho, poniendo una línea defensiva con tres centrales y dos pivotes.

En el arranque del encuentro el San Fernando salió con las ideas muy claras, con varias llegadas peligrosas que terminaron con disparos de Puli, Iván Guerrero y Bustos, que encontraron tanto a los defensas como al guardameta visitante.

Las malas condiciones del terreno de juego y el viento frío que se levantó, helaron las intenciones del conjunto azulino que se fue diluyendo conforme pasaban los minutos. Esta vez los jugadores isleños sí supieron hacerse con el control del juego, sin embargo le faltó la profundidad que había evidenciado en partidos anteriores.

La única arma que enseñaban los sevillanos era el orden entre las líneas, encerrándose en su campo para perder tiempo y no pasar muchos apuros.

Así se llega al segundo tiempo que sigue el mismo guión del comienzo del partido. El San Fernando salta al terreno de juego convencido de lograr un tanto, con Iván Guerrero como protagonista de las oportunidades más claras, pero sin acierto.

En el minuto 55 Canito sale al campo y es ovacionado por el público que ve como el partido se pone de cara, con la expulsión por doble amonestación de Camero. Aún así, no parecía que el equipo azulino tuviera capacidad para marcar un gol, a menos que fuera en una jugada aislada. Fue en el tiempo de descuento cuando el árbitro pita mano, dentro del área del capitán del Cerro, González, tras disparo de Puli.

Canito es el encargado de lanzar la pena máxima, que detiene el portero aunque el rechace vuelve al diez azulino para adelantar a su equipo, tras la incertidumbre que impusieron el auxiliar y el árbitro por repetir el lanzamiento.

El partido se calienta cuando Celadero López pita una dudosa falta a favor del Cerro, que fue cometida dentro del área.

Al final del encuentro el desánimo se hizo patente en los sevillanos que querían comerse al colegiado, mientras el San Fernando disfrutaba del triunfo.